Rocío Dassie y Matías Urquiza son los padres de la primera niña nacida mediante gestación por sustitución en Córdoba. Tras presentar su caso ante la justicia de Bell Ville, obtuvieron un fallo favorable que autorizó a Lorena, una amiga de la familia, a gestar el bebe de ambos. Un acto de amor solidario que luego de cuatro largos años, entre expedientes y salas de espera, culminó con el nacimiento de Bianca. 

Rocío tiene el síndrome de Rockitansky, una patología que le impide gestar un embarazo: nació con ovarios pero sin útero. Siempre quiso ser madre, tener una familia y su deseo creció con el pasar del tiempo. 

Junto a Matías, habían hablado acerca de la posibilidad de encarar un proceso de gestación por sustitución en otras ocasiones. Ella sabía que en otros países existía esta posibilidad, se preguntaba si en Argentina podría ser viable. 

“Siempre fue un tema recurrente que hablábamos con mi amiga, la gestante. En ese momento (hacia 2016) estaba muy en auge la discusión sobre maternidad subrogada, el caso de Marley y de Luciana Salazar, famosos que se iban al exterior a lugares donde era legal hacerlo, sobre todo en Estados Unidos”, cuenta a Cba24n

Tras investigaciones personales, supieron acerca de la situación legal en Argentina: la gestación por sustitución no está prohibida pero tampoco regulada. En este marco, para avanzar con el proceso debe solicitarse una autorización a la Justicia, para así poder registrar legalmente al niño como propio y contemplar el consentimiento de la persona gestante. 

“Nosotros justo dimos con un abogado que en una charla informal nos cuentó que en su estudio jurídico en Córdoba estaban trabajando un caso similar. Entonces decidimos comenzar el proceso”, recuerda. 

En este sentido, cuenta que estaban al tanto de otros fallos similares en Argentina: “Nosotros habíamos visto que en muchos casos se comenzaba de atrás para adelante, en el que primero tenían el niño y después querían modificar el vínculo filiatorio. Porque en Argentina, la ley dice que madre es quien da a luz”.

El primer paso fue la realización de estudios médicos para garantizar la fertilidad de ambos, datos que debían ser incorporados en el expediente antes de presentarlo al juzgado que les correspondiera por jurisdicción.

Entre la documentación necesaria también debían incorporar resultados clínicos que garantizaran el buen estado de salud y el consentimiento de su amiga, quien llevaría a término el embarazo. En agosto de 2016 presentaron su expediente a la justicia de Bell Ville. 

“Desde ese día fue esperar la respuesta. Primero, de saber si el juzgado tomaba o no el caso, y después para conocer cuáles eran los pasos a seguir para alcanzar un fallo positivo”, explica Rocío. 

En el hospital de Laborde, la primera foto de Bianca.
En el hospital de Laborde, la primera foto de Bianca.

Pericias psicológicas, estudios clínicos y tiempo. Dos años después, en 2018, obtuvieron una sentencia favorable que los autorizaba a comenzar un segundo proceso, ya lejos de tribunales: los tratamientos de fertilización y la implantación del embrión.

“Nosotros tuvimos tres intentos, el primer tratamiento fue negativo, es decir que no hubo embarazo. Hicimos un segundo, que dio como resultado tres embriones pero que no llegaron a término, fue como un aborto espontáneo. Y un tercero que sí llegó y que hoy es Bianca”, recuerda. 

Fueron dos años de tratamiento médico. Durante ese tiempo, no hubo cobertura médica para ninguno de los procedimientos de fertilización que debían afrontar. Esto se debe a que las Técnicas de Reproducción Humanas Asistidas (TRHA) contempladas en la ley 26.862 no incluyen la gestación por sustitución, por ende, las prepagas y obras sociales no se ven obligadas a proveerlas. 

“La excusa que nos daba Sancor Salud es que no iban a cubrir un tratamiento en el que el embrión no fuera transferido a un afiliado de ellos. La bronca era que el 90% del costo del tratamiento era para mí, era la medicación para la estimulación ovárica y una intervención quirúrgica”, destaca Rocío al recordar su paso por el sistema de salud.

Amor solidario: “Yo siempre pienso que ella fue deseada por tres personas”

En octubre de 2020 nació Bianca. La vida de Matías y Rocío cambió por completo, y desde el conocimiento que tuvo su caso otras parejas se han acercado a preguntar por el proceso judicial y médico. También, tuvo repercusión en su propia ciudad, Laborde. 

“Mucha gente estuvo presente y con muchas dudas. Sobre todo respecto de Lorena, la gestante, que la gente no puede entender cómo la entrega o la da. Yo entiendo que no es para todo el mundo”, confiesa acerca de los prejuicios y paradigmas que enfrentan al contar su historia. 

“Amor de sobra” son las palabras que elije para referirse al nacimiento de Bianca, y todo el proceso atravesado junto a Lorena, su amiga. “Para nosotros fue todo muy natural, como que lo supimos desde el principio. También atravesamos pericias psicológicas, psiquiátricas y asistencia social. Ella tiene cuatro hijos y la mayor es mi ahijada, por ende hay un vínculo ahí", agrega.

“Ella es su niñera y madrina, entonces es casi como una crianza compartida”, asegura con emoción.

Lorena tiene cuatro hijos y es además la madrina de Bianca.
Lorena tiene cuatro hijos y es además la madrina de Bianca.

“Para mí, ella fue deseada por tres personas. Por sus padres, que aportaron el material genético y que tenían ganas de serlo como cualquier pareja y el deseo de una tercera persona que también tenía un deseo de amor. De querer que eso se de”, contó con emoción en la voz. 

Dos años y medio después del nacimiento de su hija, la maternidad para Rocío cobra forma día a día. Cuando piensa en todo el proceso asegura que valió la pena. Eso lo sabe cada vez que tiene a su hija entre sus brazos.