Emily en París se convirtió en una de las series de Netflix más vistas del 2020, pero en el mundo de los seriéfilos, pocos se animaron a  aceptar que eran fans.

Tildada de frívola, hueca, vacía, falta de argumento y tantas otras cosas más, lo cierto es que tuvo tantos votantes como el menemismo pero, igual que con Carlos Saúl, casi ninguno admitió que la veía.

Y por acá no voy a arrojar la primera piedra, ya que tras varios meses de cuarentena, quise engañarme a mí misma diciendo que daría play al piloto solo por "las vistas de París". Y así fue que en dos días había acabado con todos los episodios de la temporada primera. Confirmé que era frívola, posiblemente hueca y con poco argumento, pero igualmente "maratoneable" y con unas vistas de París y un homenaje a su gastronomía, dignos de ser vistos.

La serie producida y protagonizada por Lily Collins, volvió al ruedo prometiendo más aventuras en la ciudad más romántica del mundo, y fiel a su estilo "redes sociales friendly", así lo anunció:

Tweet de Netflix Latinoamérica