“Frankenstein” no es “El último hombre”

Ambas novelas fueron escrita por Mery Shelley, hija del filósofo británico William Godwin y de la escritora y feminista Mary Wollstonecraft:  la primera en 1818, la segunda en 1826,  con suertes opuestas.

Cómo se sabe el primero es un  ser creado a partir de partes diferentes de cadáveres por Víctor Frankenstein durante un experimento, y ha llegado a formar parte la cultura popular (y del humor: “vamos por partes, como F) en comic, series televisivas y ¡93 películas! desde 1910 al 2014 y  apareció 59 veces en televisión entre series y (pseudo) documentales. La novela gótica es considerada la primera obra de ciencia ficción de la historia. 

Lo que no se sabe es que para referirse al personaje en la novela  se lo llamó demonio, miserable, desgraciado, pero muy pocas veces “monstruo” .

Si a su autora, aunque en voz baja. 

“El último hombre” en la tierra es una novela apocalíptica de ciencia ficción  que narra  la historia de un mundo futurista que ha sido arrasado por una plaga. La novela fue criticada duramente en su época, y permaneció prácticamente en el anonimato hasta que los historiadores la resucitaron en la década de 1960.

Muchos críticos calificaron el libro como «repugnante», criticaron su «crueldad sin sentido», y describieron a la imaginación de la autora «muerta». Shellley  sin embargo siempre la consideró como una de sus obras favoritas.

Pero quizás (o seguramente) la dureza con que su obra fue atacada fue un tiro por elevación a su feminismo. 

Las obras de Shelley se centran en el papel de la familia en la sociedad y el rol de la mujer dentro de esa familia. Hace notar «las características afectivas y compasivas propias de las mujeres» asociadas con la familia y sugiere que la sociedad civil no funcionaría bien sin ellas.  Shelley estaba «profundamente comprometida con la cooperación, la dependencia mutua y el sacrificio propio».

En su novela “Lodore”, Shelley   analiza la cultura patriarcal que separa a los sexos y que posiciona a las mujeres bajo la dependencia de los hombres. Según el punto de vista de la historiadora Betty Bennett, «la novela propone sistemas educativos igualitarios para el hombre y la mujer, que generarían justicia social además de beneficios espirituales e intelectuales para enfrentar los desafíos que la vida trae siempre». Sin embargo, "Falkner" es la única de las novelas de Mary Shelley en la que la heroína triunfa. El final de la novela propone que los valores femeninos triunfan sobre la violencia masculina y que los hombres deberían tener «compasión, comprensión y generosidad» para ser mejores.

Dedicado cariñosamente a los que aún no creen que el arte es siempre anticipatorio.
Una mínima prueba de ello  puede ser que, cuarentena mediante, puedan ver la peli completa sobre la vida de la autora (que aún no tiene fecha de estreno en nuestro país) en uno de los videos que acompañan estas líneas. 

Verán que hay antiguas plagas que aún hoy sobreviven.