En este contexto de pandemia el arte busca espacios para exhibirse y reinventarse. Ya el éxito de los autocines en diferentes países como Alemania e Italia fue probado. También en Argentina contamos con experiencias más que bien aceptadas y hasta evolucionaron a autorecitales.

Pero pocos escenarios pueden ser más de película que el Sena, en París, como sala de proyección cinematográfica.

El "Botecine" es la propuesta que se instaló junto a una pantalla de 16x9 metros a orillas del río. Los espectadores arriban y pueden disfrutar de una experiencia gratuita, al aire libre, que respeta la distancia social y que promueve la continuidad cultural.

El cinema Sur L' Eau en realidad ya había tenido sus primeras experiencias exitosas. Aunque el sonido envolvente y la comodidad de las butacas en oscuridad son un déficit, se compensa ampliamente con un entorno de ensueño.

El botecine cuenta con una flota de 38 barcos eléctricos disponible para la proyección. También cuenta con 150 reposeras disponibles en el área de Paris Plages para ver la película desde el Quai de Seine.