Después de recibir una ovación de bienvenida, Keith Jarrett utilizó mínimamente el índice derecho para señalar -sin énfasis- hacia el cielo. Salió abruptamente del escenario.

Un flash, qué flash, disparado desde uno de los sectores altos del teatro, la causa de la ofensa cuasi religiosa. Una voz inhallable bajó desde los parlantes informativos del recinto y volvió a insistir con la prohibición de tomar fotos, con flash, sin flash, y recomendó, en lo posible, optar por una inmovilidad inhumana. 

Jarrett regresó al escenario del Colón  -lo narró magistralmente Federico Monjeau en Clarín- visiblemente irascible para dejar recién sobre el final de un recital olvidable perlas de su musicalidad, su verborragia melódica, el despliegue de secuencias de ideas empujadas tanto por la improvisación como por el folk y la ruralidad más profunda de la región en la que creció, Pennsylvania.

Jarrett en un concierto de solo piano en el Carnegie Hall, Nueva York, marzo de 2015. Foto: Hiroyuki Ito.
Jarrett en un concierto de solo piano en el Carnegie Hall, Nueva York, marzo de 2015. Foto: Hiroyuki Ito.

En el retorno al circuito musical de esa geografía, el noreste y el midwest de los EE.UU, y el vuelco a relecturas de la tradición (dejó de componer en la década del 80´) es donde no casualmente tiene registro este concierto de 1992, hasta noviembre inédito.

The Old Country - Live

Standards en formato trío es un concepto al que Jarrett no ha dejado de sacarle punta, frecuentemente con su ladero Peacock en contrabajo y Jack DeJohenette en batería. Su trabajo con Charlie Haden ("Last dance") se sumerge en la misma inquietud: trabajar con empeño sobre el acervo para sacar una luz propia, una melodía vacilante, al fin un motivo.

All of you, el clásico de Cole Porter, forma parte de The old country.
All of you, el clásico de Cole Porter, forma parte de The old country.

The old country está disponible desde el 8 de noviembre en las plataformas. Acompañado por Gary Peacock -contrabajo- y Paul Motian -batería- el disco discurre por el repertorio del songbook norteamericano, dando nuevas versiones de I fall in love too easily, Straight No chaser de T. Monk, o la sugerencia de vals de Someday my prince will come.

I Fall In Love Too Easily - Live

El sonido del disco es magnífico: el registro en vivo, impecable, y la atmósfera armónica que piano, contrabajo y percusión levantan sostiene las ideas e imágenes que Jarrett ensaya en sus solos

My Old Flame

Estúpido a esta altura etiquetar a Jarrett, que tendrá 80 años en mayo próximo, porque jovencísimo integró algún tramo de los Jazz Messengers de Art Blakey, haciendo parte luego de las formaciones de Charles Lloyd, escribiendo música clásica para otros músicos, y desplegando a lo largo de toda una carrera una identidad que se encuentra mayormente en discos que también son ciudades, ciudades que son sonoridades: París (1988), Río (2011), Budapest (2016), o uno de sus registros más celebrados, que el músico ha dicho aborrecer, Köln (1975).

El incidente con el piano y el flash en el Colón no permitieron una tapa que conjugue los dos conceptos: Jarrett/Buenos Aires. El pianista tocó en Argentina la noche del 13 de abril de 2011.
El incidente con el piano y el flash en el Colón no permitieron una tapa que conjugue los dos conceptos: Jarrett/Buenos Aires. El pianista tocó en Argentina la noche del 13 de abril de 2011.

“Soy esencialmente un improvisador. Es algo que he aprendido a través de la música clásica” dice, no queda claro si con ironía, en el documental El arte de la improvisación (2005) de Mike Dibb.

Keith Jarrett - The art of improvisation

The old country es el disco de una formación que se juntó una única noche de 1992 y fue originalmente el material no editado del álbum At The Deer Head Inn, publicado en 1994. Ocho piezas de Jarrett puro: improvisación sobre la base de tradiciones, sencillas y complejas ideas musicales, entre un aire de ruralidad y la modernidad que ostentan las obras que asumen riesgos.

“La música nos domina. Si la música te guía, no tienes que preocuparte de qué tocas. La música te dice qué tocar”, dice Gary Peacock (derecha) en El arte de la improvisación. Foto: Daniela Yohannes.
“La música nos domina. Si la música te guía, no tienes que preocuparte de qué tocas. La música te dice qué tocar”, dice Gary Peacock (derecha) en El arte de la improvisación. Foto: Daniela Yohannes.

“Cuando me regalaron mi primer piano a los ochos años, en ese momento yo pretendía tres cosas: un walkie-talkie, un elefante o un piano. Así y todo, el piano fue una sorpresa. Solía dormir debajo de él. A los ochos años ya mantenía una relación física con el instrumento”, dice en el mismo documental/entrevista de 2005, un tiempo después de haber sucumbido ante un cuadro de “fatiga crónica”, como él mismo lo definió.

Retirado, luego de algunos episodios de acv, el universo de Jarrett sigue inquietando a todo aquel que busque ideas e imágenes y motivos para sentarse a escuchar música, un atavismo cada vez más exótico.

Disco completo en Spotify

The Old Country (Live at the Deer Head Inn)

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