Todas las restricciones a la circulación y los contactos tienen el objetivo de minimizar el contagio, cortando la propagación del virus. Lo que se necesita es una manera rápida y confiable de saber si una persona está contagiada aunque no tenga síntomas.

El primer problema es que menos de una cada cuatro personas que dan positivo PCR para coronavirus manifiesta síntomas el día en que hacen la prueba. Incluso, se asume que por cada test positivo hay unos 9 contagios adicionales, que no son detectados.
Eso crea el riesgo de que el virus se propague por personas que no están conscientes de que están infectadas, lo que resultó hasta aquí una de las principales complicaciones de esta pandemia.

Un segundo problema es la prueba misma. La mejor manera actual de detectar el coronavirus implica tomar una muestra de mucosa introduciendo un hisopo en el fondo de la garganta y dentro de la nariz, operación que debe practicar personal entrenado.
El procedimiento sólo dura unos segundos, pero es difícil imaginar que la población se preste a realizarlo una vez por semana, como ha propuesto, por ejemplo, el sistema de salud pública de Reino Unido (NHS).

Un tercer factor es el tiempo. La muestra tomada con el hisopo, o prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR en estas pampas o RCP en el mundo anglo parlante) tiene que ser enviada a un laboratorio que se demora unas horas en procesarla. Cuando el número de muestras es significativo, es probable que los laboratorios no den abasto y entonces se producen demoras para conseguir los resultados, como ya pasó en varios países.
En todo caso, nunca será un servicio instantáneo.

Se necesita una manera rápida, ágil y confiable de hacer la prueba de coronavirus.
Ya se están haciendo experimentos con pruebas con hisopos de rápido resultado, que sería un gran paso adelante. Pero la prueba de saliva podría ser revolucionaria.

Al parecer no será tan sencillo como salivar en una probeta y esperar el resultado como en un test de embarazo. En los ensayos en curso, la muestra de saliva tiene que ser enviada a un laboratorio, pero el resultado puede salir mucho más rápido que el del hisopo.
Más de 10.000 médicos de cabecera y otros trabajadores clave con sus familias en esa ciudad están participando en un ensayo de prueba de saliva que se realiza en Southampton (una ciudad portuaria en el sur de Inglaterra).

Keith Godfrey es uno de los coordinadores del experimento en la Universidad de Southampton. "La glándulas salivares son el primer lugar del cuerpo que infecta el virus. Parece ser que las personas registran positivo en su saliva antes de en el resto de los ductos respiratorios.", señala.
"Si lo que buscamos es detectar a las personas en los estados primarios de la infección, este bien puede ser el camino hacia adelante".

Las muestras del ensayo en Southampton están siendo procesadas en los laboratorios gubernamentales de la Agencia de Salud de Animales y Plantas, en el condado de Surrey.
Las muestras se mezclan en una solución que se calienta para que liberen el material genético del virus. El método, conocido como RT-Lamp toma unos 20 minutos, comparado a las varias horas que toma la prueba de PCR.

"Estamos muy entusiasmados", declara el profesor Ian Brown, jefe de virología. "Hemos logrado importantes avances en las últimas semanas, en términos de superar los desafíos técnicos del uso de una prueba de saliva".
Si el ensayo piloto funciona, toda la ciudad de Southampton, más de 250.000 personas, podría tener acceso a pruebas de saliva semanales.
"Si estamos dispuestos a reabrir la sociedad y la economía, esta podría ser la manera de monitorear la presencia del virus en comunidades y detectar los brotes antes de tener que necesitar confinamientos", afirma el profesor Godfrey.

Si el ensayo de Southampton funciona, todo Reino Unido podría tener acceso a la prueba semanal de saliva. Un grupo de científicos liderados por el profesor Julian Peto, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, sugiere que toda la población en Reino Unido debería tener acceso semanal a las pruebas de saliva para coronavirus. Argumentan que la epidemia de covid-19 podría "acabarse y restaurar la vida normal" si se lleva a cabo una vigilancia en masa.

Eso significaría un enorme aumento en las pruebas de laboratorio. Actualmente, el gobierno dice que Inglaterra puede realizar 300.000 pruebas diarias, pero esa cifra tendría que aumentar a 10 millones al día (como referencia: en Argentina se están realizando unas 10.000 pruebas PCR por día!).

No es difícil imaginarse cómo pudiera ser esta nueva “noramlidad”, con test semanales. La población, masivamente, enviaría sus muestras. En el lapso de 24 horas, seguramente por medios digitales, recibiría el resultado. Los positivos, a cuarentena, el resto, vida "normal".
Los restaurantes y otros sitios públicos podrían solicitar la acreditación de resultados negativos recientes antes de permitir la entrada de clientes, lo mismo en aeropuertos y terminales, en fin, habría una “credencial de sanidad”.
En esas condiciones es razonable suponer que la identificación temprana de los infectados terminaría rápidamente con la epidemia. Claro, queda pendiente saber si la sociedad podrá manejar esto con sentido humano y solidario o si la portación del virus resultará en un nuevo elemento de discriminación.