Es difícil conocer con certeza cuántos empleos se han perdido a causa de la pandemia, pero la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que serían alrededor de 47 millones en lo que va del año. Siguiendo el parámetro de la OIT, la región es la que más horas de trabajo remunerado ha perdido en el mundo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a refrescar su proyección sobre el Producto Interno Bruto (PIB): se contraerá en 9,3% este año, la peor retracción para América Latina desde que se realizan los registros. 

Cada mes que pasa, sin que se encuentre un tratamiento efectivo o una vacuna para el Covid-19, los pronósticos del organismo internacional para los países que conforman la región son cada vez más delicados. 

En mayo, América Latina se convirtió en el epicentro de la enfermedad, empujada especialmente por la crisis sanitaria y política en Brasil, y la tasa de mortalidad regional escaló hasta ocupar los lugares más altos. Por supuesto, cada país presentan una foto distinta a esta altura de la pandemia: Brasil, México y Perú parecen no poder controlar la suba diaria de contagios.

En el contexto argentino, la economía cayó 26,4% en abril último, una marca sin precedentes, ya que fue el mes en que impactó más fuerte la cuarentena dispuesta para atenuar las curvas de contagios y fallecidos.

Uno de los sectores más afectados a nivel mundial ha sido el automotriz: Argentina, y especialmente Córdoba, están integradas a esta cadena de valor mundial y cualquier inconveniente repercute directamente sobre las perspectivas de producción. Aunque la actividad laboral no está del todo resentida, en Córdoba la producción autopartista cayó 67% interanual en el segundo semestre de 2020

La industria manufacturera, con peso en Argentina, Brasil y México, sufre también las consecuencias del parate mundial. Cifras de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) muestran una caída del 30,8% en la producción manufacturera en México entre marzo y mayo, mientras que en Brasil, la producción en mayo se hundió en un 12%. En Argentina, la actividad manufacturera se desplomó un 19,2% entre febrero y marzo.

El FMI asegura que inversores sacaron ya unos 100.000 millones de dólares de países emergentes, una cantidad aún mayor a los flujos vistos en 2008 con la crisis financiera global. El Fondo estima que la recuperación de la región será moderada y lenta, de un 3,7% en 2021.

Fuente El País, España