Alemania admitió este martes que está estudiando la paralización de todos los vuelos internacionales –la enorme mayoría–, por temor a la entrada de las nuevas variantes de coronavirus. En este sentido, Alemania apunta a una tendencia que ya se registra en Holanda, donde las nuevas medidas han prácticamente paralizado a KLM, la aerolínea nacional.

Horst Seehofer, el ministro federal del Interior, declaró que el peligro que representan sobre todo las mutaciones del virus hace que Alemania tenga que considerar medidas extremas y drásticas como podría ser “la reducción del tráfico aéreo en Alemania hasta prácticamente cero”.

El ministro habló de “controles de fronteras mucho más estrictos, especialmente para viajeros procedentes de áreas de alto riesgo, pero también la reducción de los vuelos casi a la nada, como está haciendo actualmente Israel”. “La población alemana, que actualmente está siendo sometida a importantes medidas que limitan sus movimientos espera que la protejamos de la mejor manera posible de una explosión en el número de casos”, aseguró.