El Gobierno australiano protagoniza un escándalo internacional tras cancelar la compra de submarinos de Francia en favor de navíos estadounidenses. El acuerdo consistía en unos 50.000 millones de dólares.

Estados Unidos, Australia y el Reino Unido anunciaron el miércoles una asociación estratégica para contrarrestar a China, llamada Aukus, que incluye el suministro de submarinos estadounidenses de propulsión nuclear a Canberra, lo que dejó fuera de juego a los franceses.

"Creo que tenían todas las razones para saber que teníamos profundas y graves reservas sobre el hecho de que las capacidades del submarino de clase Attack no respondían a nuestros intereses estratégicos y dejamos muy claro que tomaríamos una decisión en función de nuestro interés estratégico nacional", se justificó el primer ministro de Australia, Scott Morrison, en una rueda de prensa.

La medida del Gobierno australiano tensionó las relaciones entre los tres países.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su par francés, Emmanuel Macron, acordaron un encuentro para esta semana para aclarar la situación.