Berlín dispuso este martes imponer un toque de queda durante las noches para restaurantes y bares con el objetivo de contener el aumento de casos de coronavirus que se detectaron en la capital de Alemania.

El alcalde de Berlín, Michael Mueller, indicó que los expertos habían señalado dos temas conflictivos que debían abordarse: grandes grupos de personas que no cumplían las reglas de distanciamiento social por el coronavirus y las reuniones en lugares cerrados.

"El consejo mostró que tenemos que actuar con rapidez", dijo Mueller a periodistas y agregó que eran necesarias acciones para no llegar a una cuarentena total en la capital de Alemania, ya complicados por las restricciones por el coronavirus.

De este modo, a partir de este fin de semana y hasta fines de octubre, los restaurantes y bares tendrán que cerrar de 23 a 6. Además, las estaciones de servicio tendrán prohibido vender alcohol durante ese horario.

También habrá un límite de 10 personas para las fiestas privadas en lugares cerrados, en vez de 25.

La ciudad de 3,8 millones de habitantes es la más reciente capital de la Unión Europea que toma medidas más duras para luchar contra un fuerte aumento en los casos de coronavirus, mientras que Fráncfort, un centro financiero, también anunció reglas más estrictas el martes.