Por decisión propia y a un mes de las elecciones en las que intentará ser reelecto, el presidente de los Estados Unidos arribó a la Casa Blanca, mientras cursa la infección de coronavirus. Había sido internado el viernes, su estado demandó recibir oxígeno y fue tratado con un cóctel experimental de fármacos.

Fiel a su estilo, Donald Trump lo anunció vía Twitter y se encargó, poco después de bajar del helicóptero Marine One que lo trasladó desde el centro médico Walter Reed, en las afueras de Washington, a la Casa Blanca, de mostrar las escenas en un cinematográfico video.

Allí se ocupó de remarcar, a modo de pedido, que "no tengan miedo de la covid" y que "no dejen que domine su vida”. Dijo sentirse, a su vez, "mejor que hace 20 años”.

Pese a estar atravesando aún la patología, no dudó en quitarse el barbijo apenas terminó de recorrer los largos escalones y se mostró ante los medios de prensa presentes.

Su equipo médico duda del estado de salud debido a que el mandatario se encuentra "en territorio inexplorado" mientras atraviesa una instancia tan temprana del virus.

Sean Conley se mostró preocupado y consideró que no se encuentra fuera de peligro.

Para Trump, de 73 años, su condición de anti-pandemia no cambió pese a que en el país se presentaron siete millones de contagios y 210.000 muertes a causa de la pandemia.

La cuestión parece reducirse a la campaña, camino a las elecciones del 3 de noviembre próximo.