Desde la noche del pasado viernes, y por el lapso de 14 días, rigen nuevas restricciones para la circulación de personas en la ciudad de Madrid.

Presentado como "confinamiento", durante esas dos semanas se limita el horario de funcionamiento de bares y restaurantes, se restringe la comunicación terrestre con otras regiones y se limitan las reuniones grupales, entre otras medidas.

Las mismas fueron dispuestas por el Ministerio de Salud del Gobierno del gobierno español para intentar frenar un nuevo rebrote de coronavirus, enfermedad que ya se ha cobrado más de 32 mil vidas en todo el país.

Su entrada en vigencia se dio luego de arduas discusiones con las autoridades de la comunidad de Madrid, quienes han manifestado "temor" ante las consecuencias que el confinamiento podría tener en las actividades económicas.

Sin embargo las medidas restrictivas ya regían para algunos barrios de la comunidad, por disposición del propio gobierno madrileño.

"El gobierno regional de Madrid hace unas semanas había decidido tomar medidas, pero sólo en determinados barrios. En particular aquellos de mayoría trabajadora. Sin embargo hemos visto que esas medidas no han sido útiles. Ha tenido que venir el gobierno nacional a decir que hay que restringir el movimiento con medidas que se tienen que aplicar a toda la ciudad de Madrid y el conurbano " señaló a Canal 10 el diputado Jacinto Morano, representante de Podemos.

Sectores industriales y empresariales rechazan las nuevas restricciones y advierten que pueden provocar una caída aún mayor de la economía. Según calculan el impacto sería de 8.000 millones de euros si se extendiesen por un mes. A ese reclamo adhiere Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid.

"Hay una falsa dicotomía entre economía y salud. Somos la ciudad, y la región, donde más fuerte está golpeando esta pandemia. Los muertos ni consumen ni producen: la prioridad tiene que ser la salud. No entendemos que haya dirigentes políticos que piensen que se puedan tomar medidas que no sean para proteger la salud de todos", amplió el representante opositor.

"Nuestro gobierno al día de hoy está prácticamente en rebeldía con el gobierno del Estado para no adoptar las medidas, diciendo que vamos a la quiebra", sintetizó.

Extranjeros

Aquellas restricciones que se habían establecido para algunos barrios de la ciudad habían motivado fuertes reclamos por parte de la ciudadanía. En particular, se denunció como una decisión discriminatoria para con ciertos sectores: se trata de las zonas más populares, donde también se radica la mayoría de los extranjeros.

"Nuestra presidenta regional dijo que el problema de la expansión del virus era del modo de vida de los inmigrantes. A nivel global vivimos un fenómeno de discursos facilones, populistas y anticientíficos, que no se condicen con la realidad. Para luchar contra el virus encima no hay que culpabilizar a las personas más humildes, a trabajadores, sino poner más recursos en la sanidad y tomar medidas racionales", fustigó Morano.

"Madrid es la región que menos invierte en sanidad. Llevamos meses con centros de salud cerrados, no hemos contratado rastreadores. Ello explica que la pandemia esté descontrolada. Aquí no hay milagros: hay que poner inversión pública y gasto sanitario. Sin ello, no habrá solución", profundizó.