Luego de la polémica decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos de eliminar el derecho constitucional al aborto, el presidente de ese país, Joe Biden firmó un decreto por el cual se busca ayudar a garantizar el derecho a las mujeres que vivan en estados donde está prohibido.

De acuerdo a la normativa, las mujeres que quieran realizar una interrupción voluntaria del embarazo, accederán a una ayuda para viajar a los estados donde ese derecho esté garantizado y asegurar que los prestadores cumplan con la ley federal para que las mujeres no se demoren en recibir atención.

Con la medida se procura que en esos casos se avance  con la investigación y la recopilación de datos "para evaluar el impacto que está teniendo esta crisis de salud reproductiva en la salud materna y otras condiciones de salud". 

No obstante, se afirma que no hay ninguna acción que el presidente pueda tomar para restaurar el derecho al aborto en todo el país, y el propio Biden reconoció públicamente que sus opciones para ampliar el acceso al aborto siguen siendo limitadas, ya que los republicanos en los estados de EEUU impulsan una ola de leyes que restringen el aborto, el acceso a medicamentos y la financiación de dichos servicios.

Sin embargo, en Kansas los votantes decidieron en la jornada del miércoles apoyar el derecho al aborto y derrotaron una medida que habría permitido a la legislatura liderada por el Partido Republicano imponer nuevas restricciones.

Tras esa votación, considerada como un test para el derecho al aborto en todo el país, ya que las legislaturas dominadas por los republicanos se han apurado a imponer prohibiciones estrictas del procedimiento tras la decisión de la Corte Suprema, el presidente Biden firmó el decreto.

Según informó CNN, el mandatario norteamericano señaló que "los votantes de Kansas enviaron una poderosa señal de que este otoño el pueblo estadounidense votará para preservar y proteger el derecho y se negará a permitirles ser arrancados por los políticos, y mi administración los respalda".