Tras más de dos meses de protestas, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, prometió redactar una nueva Constitución.

Las protestas en Bielorrusia se deben al descontento contra el mandatario que está en el poder desde 1994. La tensión política aumentó tras las elecciones presidenciales que dieron a Lukashenko ganador por un 80% de los votos.

Sin embargo, la oposición denunció que hubo fraude electoral y salieron a las calles en señal de protestas. Lukashenko respondió de forma represiva provocando la muerte de dos personas, más de 200 heridos y cerca de 7 mil detenidos.

"Esto es lo que pasará...Necesitamos adoptar una nueva Constitución, eso es lo que quieren. Necesitamos adoptarla a través de un referéndum ya que de esta manera se aprobó la anterior. Bajo esta nueva Constitución se podrán realizar elecciones -parlamentarias, presidenciales y locales-, si eso es lo que desean", aseguró el mandatario frente a un grupo de trabajadores en huelga, según reprodujo el canal de televisión ruso RT.

Según Télam, muchos analistas opositores o críticos del Gobierno de Lukashenko advirtieron que la promesa de una nueva Constitución podría ser solo una estrategia para ganar tiempo ya que supone un proceso de uno o más años, lo que eliminaría el reclamo de las protestas de repetir ya la elección del 9 de agosto.