Bolsonaro cambia el mando del Ejército a días de la asunción de Lula
Julio César de Arruda fue designado como jefe del Ejército. El trámite contó con la aprobación del equipo de transición y había sido anticipado por José Múcio Monteiro, ministro de Defensa designado por Lula da Silva, quien asume la presidencia este domingo.
Jair Bolsonaro, a quien le restan cuatro días a cargo del Ejecutivo en Brasil, firmó el decreto que designa como jefe del Ejército al general elegido por Luiz Inácio Lula da Silva, quien asume su tercer período presidencial el domingo 1 de enero.
En las horas finales del proceso de transición abierto en noviembre pasado, nuevamente las novedades surgen desde el ámbito castrense: el extremismo político interno y los sucesos de violencia que tiñeron en parte la última campaña electoral son dos cuestiones que dominan la atención de José Múcio Monteiro, el ministro de Defensa designado por Lula.
La designación del general Julio César de Arruda como jefe del Ejército fue publicada en el Diario Oficial de la Unión, este miércoles. El documento es uno de los últimos actos de gobierno firmados por Jair Bolsonaro en territorio brasileño: sus asesores le han recomendado viajar antes de que se produzca el pase de mando.
Aún no está confirmado, pero diversas fuentes indican que Bolsonaro podría pasar fin de año en los Estados Unidos y evitar de esa manera el traspaso formal del poder hacia Lula da Silva.
La designación contó con la aprobación del equipo de transición, en el que están involucrados funcionarios de ambas administraciones, y había sido anticipada por el futuro ministro de Defensa de Lula, el jurista José Múcio Monteiro.
El gobierno de transición de Lula anunció además que cambiará a los jefes de la Marina y de la Fuerza Aérea, aunque el recambio llegaría en los primeros días de 2023.
El nuevo jefe del Ejército asumirá -desde este viernes- la tarea de desestimular los actos que se realizan en Brasilia y en las principales ciudades del país con acampes frente a los cuarteles para “exigir” un golpe de Estado y evitar el regreso de Lula al Palacio de Planalto.
Lo cierto es que estas modificaciones resultan fundamentales para el gobierno entrante, que busca mantener el control de las FFAA y el Ejército en miras del operativo de seguridad que se montará en Brasilia el 1 de enero. Todo los recursos de seguridad e inteligencia estarán atentos a lo que suceda en la ceremonia de traspaso.
El gobierno que asume el 1 de enero tendrá nuevamente a un civil al frente de Defensa, luego de que, por primera vez desde la vuelta de la democracia en 1985, tanto el expresidente Michel Temer (2016-1018) como Bolsonaro colocaron militares a cargo del ministerio.
Fuente Télam