Se conoció durante el último martes el hallazgo de los cuatro ciudadanos estadounidenses secuestrados el viernes 3 de marzo en Matamoros, Tamaulipas. El caso insinuaba una escalada diplomática de proporciones entre ambos países. La intervención del FBI y funcionarios Washington apuró a las autoridades mexicanas, que finalmente encontraron a los cautivos en un paraje a las afueras de la ciudad.

Encontraron a los estadounidenses secuestrados en México: dos vivos y dos muertos

Dos de los estadounidenses fueron encontrados muertos y dos con vida. Entre los sobrevivientes, una mujer, Latavia MacGee, resultó ilesa, mientras que el otro, Eric Williams, tenía tres heridas de bala en la pierna. Ambos fueron entregados a las autoridades de Estados Unidos. Los fallecidos, Zindell Brown y Shaeed Woodard, quedaron en México, para que peritos realicen las necropsias.

La resolución de los episodios deja muchas preguntas sin contestar, la principal, el motivo del violento ataque y posterior rapto. En su comparecencia ante la prensa este martes, el fiscal de Tamaulipas, Irving Barrios, expresó que la principal línea de investigación sobre el ataque es que se trataba de una confusión, tesis oficial desde la primera hora de conocidos los sucesos.

Sobre las hipótesis previas, entre la cuales se mencionaba que los atacados podrían ser parte de una red haitiana de narcotraficantes, el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, señaló el último martes que no había ningún indicio de que alguno de los cuatro estadounidenses tuviera algún tipo de relación con agencias de seguridad de EE.UU.

Elementos del Ejército mexicano en el sitio en el que fueron encontrados los cuerpos. Foto: Daniel Becerril para Reuters.
Elementos del Ejército mexicano en el sitio en el que fueron encontrados los cuerpos. Foto: Daniel Becerril para Reuters.

Otra de las dudas del caso hace foco en la localización de los cuatro secuestrados. Según informó el martes el gobernador Villarreal, los criminales movieron a los cautivos por diferentes puntos de la ciudad, antes de trasladarlos a la caseta de madera en las afueras de Matamoros. Todos se preguntan en México cómo fue posible que llegaran hasta allí. Las autoridades no confirmaron si la información llegó a través de una denuncia ciudadana. Persiste la desconfianza en un país tramado por el narco y la violencia. 

Con información de El País