El líder demócrata del Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, provocó este jueves un estruendo de dimensiones incalculables cuando decidió acudir al pleno del Senado para exigir la renuncia del premier israelí Benjamin Netanyahu.

En un sorpresivo discurso que se extendió por 40 minutos en el pleno del Senado, Schumer criticó duramente a Netanyahu. Destacó que el primer ministro se ha incluido en una coalición de extremistas de extrema derecha y "como resultado, ha estado demasiado dispuesto a tolerar el número de víctimas civiles en Gaza, que está llevando el apoyo a Israel en todo el mundo a mínimos históricos".

Schumer no solo es el hombre más importante de los democratas en el Senado: además es el primer líder judío en el Senado y el funcionario judío de más alto rango en Estados Unidos. Su posición actual es el corolario de una carrera política de cinco décadas acunada en barrios predominantemente judíos de Brooklyn. Por eso, sus palabras tienen un peso inigualable en el momento en que la crisis humanitaria se profundiza en Gaza y Joe Biden comprueba con preocupación que su respaldo a Netanyahu le cuesta caro a su propio intento de reelección.

Las palabras de Schumer fueron durísimas, explícitas a más no poder y no registran antecedentes. Condenó a Netanyahu por haber "perdido el rumbo" en medio de la batalla de Israel contra Hamas y dijo que "la coalición de Netanyahu ya no se adapta a las necesidades" de Israel: "Creo que una nueva elección es la única manera de permitir un proceso de toma de decisiones saludable y abierto sobre el futuro de Israel", afirmó.

"El mundo ha cambiado radicalmente desde el 8 de octubre y el pueblo israelí está siendo sofocado en este momento por una visión de gobierno estancada en el pasado (...)", afirmó. Enseguida, dio cuenta en forma descarnada de la visión de la Casa Blanca. Para Biden y sus colaboradores más estrechos, ya no tiene sentido intentar persuadir al premier israelí. "Nadie espera que el Primer Ministro Netanyahu haga lo que hay que hacer para romper el ciclo de violencia, preservar la credibilidad de Israel en el escenario mundial y trabajar por una solución de dos Estados", afirmó Schumer.

Aunque comenzó su intervención afirmando que hablaba a título personal, todo indica que su mensaje es la palabra oficial del gobierno de Estados Unidos. "Hablo por mí mismo pero hablo también por la corriente principal de judios americanos", dijo Schumer. "Israel no puede sobrevivir si se convierte en un paria", advirtió.

El discurso se inscribe en una relación que parece sin retorno, cuando la relación de Biden con Netanyahu está en el peor momento. Uno y otro ya no ocultan sus diferencias sino que las hacen públicas, como sucedió durante el fin de semana.

Despues de reclamarle a Netanyahu durante meses que preste más atención al número de muertes de civiles en Gaza por los bombardeos israelíes, Biden comenzó a lanzar desde el aire ayuda humanitaria y anunció la construcción de un muelle temporal para llevar más asistencia a Gaza.

Tal como remarcó la agencia AP, el discurso de Schumer expresa también un quiebre personal porque se había posicionado hasta ahora como un fuerte aliado del gobierno israelí. No solo visitó el país pocos días después del ataque de Hamás del 7 de octubre sino que pronunció un largo discurso en el Senado en diciembre en el que denunció "un antisemitismo descarado y generalizado como lo hemos visto en generaciones en este país, si es que alguna vez lo hemos visto".

Por eso, la fuerza de sus declaraciones impactó incluso a los miembros de su propio partido. "Como partidario de Israel desde siempre, me ha quedado claro: la coalición Netanyahu ya no se adapta a las necesidades de Israel después del 7 de octubre. El mundo ha cambiado -radicalmente- desde entonces, y el pueblo israelí están siendo sofocados en este momento por una visión de gobierno estancada en el pasado".

Schumer dice que Netanyahu, que durante mucho tiempo se ha opuesto a la creación de un Estado palestino, es uno de los varios obstáculos en el camino hacia la solución de dos Estados impulsada por Estados Unidos. Netanyahu "ha perdido el rumbo al permitir que su supervivencia política tenga prioridad sobre los mejores intereses de Israel", dijo Schumer.

Aunque Schumer también se encargó de culpar a los israelíes de derecha, a Hamás y al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, por la falta de avance en las negociaciones de paz, lo cierto es que el núcleo de su discurso apuntó al premier israelí.

Según Político, la crítica de Schumer marca un verdadero hito en una década de relaciones cada vez peores entre los gobiernos de Netanyahu y los demócratas de Washington, y crea espacio para que otros en el partido critiquen abiertamente al veterano primer ministro. Además confirma las sospechas de los demócratas que advierten que la intransigencia de Netanyahu es funcional al regreso de Trump al poder.

El discurso de Schumer también generó repercusiones en el bando republicano. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y el líder del Senado, Mith McConnnell, salieron a cuestionarlo con dureza.

Fuente: La Política Online.