Las autoridades de la Organización Mundial de la Salud dieron a conocer un listado ampliado de síntomas que pueden permitir detectar la enfermedad.

Si bien la confirmación definitiva la da un testeo que se practica en laboratorio, desde el organismo internacional recomiendan conocer cuáles son las señales que toda persona puede detectar para considerar la posibilidad de estar infectado.

En ese marco, si bien se recuerda que la fiebre alta, el cansancio y la tos seca siguen siendo los tres indicadores a los que más atento hay que estar, los profesionales han ido detectando en el mundo distintas manifestaciones de la enfermedad, dependiendo de cada paciente.

Es por ello que advirtieron que algunos pacientes pueden presentar dolores (corporales, musculares y de cabeza), dolor de garganta, congestión nasal, rinorrea (nariz tapada y secreción nasal) o diarrea. Insisten en no desatender manifestaciones respiratorias o a nivel de nariz y garganta, recordando siempre que se trata de una enfermedad de carácter respiratorio.

Aunque no oficialmente, se mencionan también varios casos donde se han presentado síntomas como la anosmia (pérdida del sentido del olfato) y la ageusia (pérdida del sentido del gusto).

Incluso no se descarta, como ha mostrado la práctica, la posibilidad de que el paciente muestre señales débiles, graduales o paulatinas, o que la enfermedad en casos puntuales se muestre asintomática.

Sin considerar este último punto, donde es prácticamente imposible reparar en la posibilidad de estar enfermo de Covid-19, hasta tanto se manifiesten los síntomas, se insiste en realizar las consultas médicas pertinentes ante cualquier duda o síntoma de la enfermedad. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica de inmediato, insisten desde la OMS.

Desde el organismo recuerdan que la mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. 

Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar.

Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. 

En torno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto, según cifras del organismo.

Sobre contagiosidad, durante y luego de la enfermedad

Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus.

La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca.

También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de 1 metro (3 pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma.

Al mismo tiempo, profesionales advierten la necesidad de mantener en cuarentena a los infectados, aún cuando se confirme su recuperación. Admiten que hay un período de hasta 14 días, en los que la persona que padeció la enfermedad y con alta médica, todavía pueden contagiar.

En este marco, las autoridades de la salud y siguiendo estas previsiones, otorgan para los tratamientos de pacientes de Covid-19 un protocolo especial, como es el caso del dispuesto en la provincia de Córdoba.

El protocolo de la Provincia de Córdoba

Se podrán tratar de manera ambulatoria los pacientes que sean menores de 60 años, sin co-morbilidades, sin vulnerabilidad social y con síntomas leves. A ellos se les realizará un seguimiento clínico por telemedicina.

Además, debe existir una capacidad del paciente y su entorno para cumplir con las precauciones recomendadas como parte del aislamiento domiciliario.

Estos pacientes recibirán primero el Alta Clínica. Esto se da cuando no presentan síntomas febriles por más de tres días y mejoran sus signos respiratorios.

Luego, viene el Alta Microbiológica. Para ello se deben realizar dos hisopados en las fosas nasales y la garganta, con una separación de 24 horas. Si ambos dan negativos, se otorga la condición de alta.

Sin embargo, para conseguir el Alta Definitivo, y según las recomendaciones de la OMS, el paciente debe continuar otros 14 días en aislamiento domiciliario.

Finalmente, si bien lo descripto pertenece a los pacientes con tratamiento ambulatorio, para el caso de los hospitalizados, reciben el Alta Clínica y siguen la recuperación en su casa en el caso que el paciente pueda garantizar que tiene la posibilidad de realizar una recuperación segura en su hogar, y la capacidad él mismo y su entorno de cumplir con las precauciones del aislamiento domiciliario.