Las autoridades advirtieron el martes a los residentes y viajeros que llenaban destinos turísticos en el Mediterráneo que no salgan al exterior mientras la segunda ola de calor en otras tantas semanas azota la región y Grecia, España y Suiza luchaban contra los incendios.

En Italia, equipos de la Cruz Roja realizaron llamadas de control a los ancianos, mientras que en Portugal emplearon las redes sociales para advertir a la gente que no deje mascotas ni niños en el interior de autos estacionados. En Grecia, los voluntarios repartían agua y en España se pidió a la población que se proteja para no respirar el humo de los incendios.

Varias naciones del sur de Europa sufren una nueva ola de calor, agravada por el cambio climático, que se espera que dure unos días. La agencia meteorológica de Naciones Unidas indicó que las temperaturas en el continente podrían llegar a batir el récord de 48.8 grados Celsius (119.8 Fahrenheit) alcanzado en Sicilia hace dos años, mientras crecía la preocupación porque el calor pueda causar un repunte en las muertes.

En este marco, varias importantes regiones registraron un récord en sus mediciones este martes: Roma 42.9°C; Sicilia 46.3°C; Cataluña 45.3°C.

Las temperaturas baten récords en todo el mundo, y los científicos dicen que es muy probable que 2023 sea el año más caluroso desde que se tienen registros, que se remontan a mediados del siglo XIX.

En Grecia, donde se espera una segunda ola de calor el jueves, tres grandes incendios forestales ardían a las afueras de su capital, Atenas, por segundo día. Miles de personas que habían sido evacuadas de zonas costeras al sur de la ciudad regresaron a sus casas el martes luego de que remitiesen las llamas, tras pasar la noche en playas, hoteles e instalaciones públicas.

Pero los incendios forestales seguían descontrolados al norte y al oeste de Atenas.

La mayor parte de España estaba en alerta por calor extremo y se prevé que se alcancen los 43 grados C (109 F) de máxima en zonas a lo largo del río Ebro, en el noreste del país, y en la isla de Mallorca. El país sufre además una prolongada sequía que ha incrementado el riesgo de incendio.

Alrededor de 400 bomberos, con la ayuda de nueve hidroaviones, trabajaban en la extinción de un incendio que ardía por cuarto día consecutivo en La Palma, en el archipiélago de las Islas Canarias. Las autoridades españolas dijeron que se ha acotado el incendio, que continúa activo.

En Suiza, 150 bomberos, policías, soldados y otros efectivos de emergencias, respaldados por helicópteros, se afanaban el martes para apagar un fuego que arrasaba una zona montañosa en la región suroccidental de Wallis, que provocó el desalojo de residentes en cuatro localidades y poblados en la zona.