Felipe VI y Milei se sonrieron y se saludaron con la cabeza cuando el monarca entró en el acto de toma de posesión de Bukele. Sin embargo, el protocolo tuvo la prudencia de sentarlos a cierta distancia: Felipe VI, junto al presidente de Costa Rica, Rodrigo Chávez, y el mandatario argentino al lado del presidente de la Corte Suprema de El Salvador, Óscar Alberto López, en la misma fila pero separados.

El rey de España, Felipe VI, y el presidente de Argentina, Javier Milei, intercambiaron gestos de cordialidad este sábado durante la investidura de Nayib Bukele como presidente de El Salvador en medio de las recientes tensiones diplomáticas entre ambas naciones.

Lo cierto es que, pese a visitar España recientemente, el presidente Milei no solicitó reuniones ni con las autoridades ejecutivas ni con el Rey, por lo que fue la primera vez que compartieron un acto protocolar.

Milei coincidió con el monarca español después de que el Gobierno de Madrid decidiera el pasado día 21 retirar a la embajadora en Buenos Aires como consecuencia de que el presidente argentino llamara “corrupta” a Begoña Gómez, la esposa del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
El dirigente argentino hizo este comentario durante su intervención en un acto del partido español de ultraderecha Vox al que asistió en Madrid el 19 de mayo.

Ese mismo día, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, anunció la llamada a consultas de la embajadora española en Buenos Aires y ante la negativa del Gobierno argentino a rectificar las palabras de Milei, se decidió que regresara a Madrid, sin fecha de regreso.

También se trata de la primera vez que Felipe VI viaja a El Salvador desde que es rey. La anterior visita la hizo como príncipe, el 1 de junio de 2014, para asistir a la toma de posesión del entonces presidente, Salvador Sánchez Cerén (2014-2019).

El acto oficial de investidura se inició a las 8.05 hora local (5.05 en Argentina) con la apertura de una sesión plenaria extraordinaria para el juramento constitucional de Bukele y su vicepresidente, Félix Ulloa, y en la que el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, le impuso la banda presidencial.

Bukele es el primer presidente de la etapa democrática salvadoreña que asume otros cinco años de poder entre críticas de la opocisión y de organizaciones no gubernamentales por buscar la reelección a pesar que la Constitución salvadoreña lo prohíbe específicamente.

La Asamblea Legislativa anterior dejó disposiciones que permitirán ahora la modificación de la Carta Magna, en un parlamento en que el 95% de sus miembros, responde al nuevo presidente.