El papa Francisco dejo abierta la posibilidad de que la iglesia católica pueda bendecir a parejas del mismo género, siempre y cuando sean limitadas, se decida caso por caso y no se confundan con las ceremonias de boda de parejas heterosexuales.  

Así lo planteó el propio Francisco al hacer pública su opinión en una respuesta a cinco preguntas de cinco cardenales conservadores de Asia, Europa, África, Estados Unidos y América Latina.

Se trata de los purpurados Walter Brandmüller de Alemania, Raymond Leo Burke de Estados Unidos, el mexicano Juan Sandoval Íñiguez, Robert Sarah de Guinea y Joseph Zen Ze-kiun de China, quienes fueron ungidos cardenales por los papas Benedicto XVI y Juan Pablo II y son reconocidos mundialmente por sus posiciones conservadoras dentro de la Iglesia.

Los cinco cardenales enviaron al papa una serie de preguntas formales, conocidas como “dubia”, dudas en latín, sobre asuntos relacionados con una reunión mundial que comenzará este miércoles en el Vaticano.

Una de ellas trataba la práctica, relativamente habitual en lugares como Alemania, de que los sacerdotes bendigan a parejas del mismo sexo que mantienen una relación comprometida.

El intercambio escrito tuvo lugar en julio y el Vaticano publicó las respuestas del papa este lunes 2 de octubre, después de que los cinco cardenales divulgaran unilateralmente su iniciativa, diciendo que no estaban satisfechos con las respuestas de Francisco.

En su respuesta de siete puntos, Francisco advirtió que la iglesia tiene muy claro que el sacramento del matrimonio sólo puede ser entre un hombre y una mujer y abierto a la procreación y que la iglesia debe evitar cualquier otro ritual o rito sacramental que contradiga esta enseñanza.

Sin embargo, señaló que “la caridad pastoral debe impregnar todas nuestras decisiones y actitudes” y advirtió que "no podemos ser jueces que sólo niegan, rechazan y excluyen".

A veces las peticiones de bendiciones son un medio a través del cual las personas se acercan a Dios para vivir mejor, aunque algunos actos sean "objetivamente inaceptables desde el punto de vista moral", añadió.

"La prudencia pastoral debe discernir adecuadamente si existen formas de bendición, solicitadas por una o varias personas, que no transmitan una concepción incorrecta del matrimonio. Porque cuando pides una bendición estás expresando un pedido de ayuda a Dios, una súplica para poder vivir mejor, una confianza en un Padre que puede ayudarnos a vivir mejor", añade para precisar que las decisiones que en determinadas circunstancias pueden formar parte de esta "prudencia pastoral" no tienen por qué "convertirse necesariamente en norma".

Francisco citó su Exhortación "Amoris Laetitia" para precisar que "lo que sea parte de un discernimiento práctico ante una situación particular "no puede elevarse al nivel de norma", porque esto "daría lugar a una casuística insoportable". Es decir, según expone, no corresponde que una Diócesis o Conferencia Episcopal o cualquier otra estructura "habilite constante y oficialmente procedimientos o ritos para todo tipo de asuntos".