Filipinas se apresuraba a evaluar los daños hoy temprano luego que el súper tifón Goni, la tormenta más fuerte del mundo este año, dejara un rastro de devastación en todo el país. Con vientos máximos de hasta 313 km/hora, la tormenta fue comparable al Super Typhoon Haiyan, que mató a unas 6.000 personas en 2013.

Goni esquivó la región de Manila el domingo por la noche, pero dejó 125 ciudades y pueblos sin electricidad. Aproximadamente 2 millones de personas estaban en el camino de la tormenta, que se produjo inmediatamente después de otros dos tifones en los últimos 10 días, y mientras Filipinas lucha contra el coronavirus con casi cuatrocientos mil contagiados y más de siete mil personas fallecidas.

Cuando la gente comenzó a movilizarse y poner algo de orden en el caos que dejó la supertormenta, el número de muertes llegó a 16, la mayoría en la provincia de Albay, donde el lodo y las rocas del volcán Mayon enterraron el pueblo de San Francisco y cubrieron algunas estructuras hasta los techos. 

Hasta el lunes, muchos de los 389,000 evacuados estimados en todo el país se estaban refugiando en centros de evacuación en iglesias, tribunales y escuelas, un protocolo regular para el país devastado por el tifón, pero ahora con una capa adicional de miedo debido a la pandemia del coronavirus. Los funcionarios de salud recordaron al público que debe mantener el distanciamiento social y el saneamiento, lo que puede resultar difícil en estos refugios típicamente superpoblados. 

Los funcionarios se apresuraron a ponerse en contacto con la provincia insular de Catanduanes, que se convirtió en inaccesible con las líneas telefónicas caídas y la torre del aeropuerto sin respuesta. Las fotos de los daños que se produjeron muestran postes colapsados, árboles talados y casas hechas de materiales ligeros destruidas.

El gobierno nacional desplegó unos 700 vehículos y equipo pesado, así como 4.000 personas, para la limpieza de carreteras. Varios puentes fueron destruidos, incluido uno que se partió por la mitad por la creciente de un río, según informes locales. Otras carreteras estaban intransitables debido a la caída de escombros, inundaciones y deslizamientos de tierra.

El daño agrícola inicial se estimó en 22 millones de dólares, pero el Departamento de Agricultura dijo que se habían salvado alrededor de 242.000 hectáreas de arroz. Con muchas comunidades afectadas aún fuera de su alcance, tomará varios días evaluar el costo total del daño. Sin embargo, un número inicial de muertos relativamente bajo en comparación con tormentas anteriores, incluido el tifón Molave la semana pasada, podría indicar que esta vez las evacuaciones preventivas dieron algún resultado.