El fenómeno del aumento inflacionario a  nivel mundial por el impacto de la guerra en Ucrania, que golpea sobre todo en precios de alimentos y el costo de la energía, ya no es extraño ni para los países considerados del primer mundo, como son los casos de Alemania y España en Europa.

En el caso alemán, con el registro del mes de mayo del índice de Precios al Consumidor, la inflación en los últimos 12 meses llegó al 7,9 por ciento, la cifra más alta de toda la serie histórica, que comenzó en el año 1991 tras la reunificación del país, según informó la oficina alemana de estadística.

Entre los factores de mayor impacto estuvieron los incrementos en los rubros energía y alimentos. En el primer caso los precios de la energía, aumentaron el 38,3% en mayo, frente al alza del 35,3% del mes anterior, al tiempo que los alimentos se encarecieron un 11,1%, 2,5 puntos porcentuales más que en el cuarto mes de 2022.

La Cámara Baja del Parlamento alemán aprobó un paquete de medidas de alivio que incluye un pago único, un suplemento por hijo y una reducción en los costos de electricidad. El canciller, Olaf Scholz, aseguró que se pueden tomar más medidas si es necesario para proteger a los hogares y las empresas.

En tanto en España sucedió algo similar, con el índice de mayo, la inflación de los últimos 12 meses alcanzó al 8,9 por ciento, también impactada por el alza de precios de los combustibles, de alimentos y bebidas no alcohólicas, mayores que las experimentadas en mayo de 2021. 

La situación se ha tornado extremadamente preocupante para las principales economías de la Unión Europea, cuyos jefes de Estado se reúnen de manera extraordinaria en esta jornada para analizar las formas de hacer frente a los aumentos de los precios de la energía y garantizar la seguridad energética y alimentaria en el bloque europeo, tras la invasión rusa de Ucrania.

Mientras tanto, el próximo 9 de junio habrá una reunión de el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), con el objetivo de debatir la política monetaria a seguir frente al fenómeno inflacionario, aunque se descarta que una de las medidas será el aumento de las tasas de interés en 25 puntos básicos en julio y septiembre, según reconoció el economista jefe de la institución, Philip Lane.