Un importante hospital del Sistema Nacional de Salud (NHS por sus silgas en inglés) casi se quedó sin oxígeno para sus pacientes con Covid-19 en ventiladores porque estaba tratando a tantas personas con la enfermedad que se cortó la cadena de suministro.

El incidente, que ocurrió en un hospital universitario de Londres el pasado fin de semana, ha llevado a los jefes del NHS a advertir con urgencia a todos los fideicomisos del NHS en Inglaterra que limiten la cantidad de personas que usan respiradores y máquinas de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP).

La preocupación fue tal, que el NHS advirtió a los jefes de los hospitales en una carta fechada  el lunes pasado que este riesgo constituía una "preocupación crítica de seguridad" y que deberían tomar una serie de acciones urgentes para reducir el riesgo de que su propio suministro de oxígeno se agotara repentinamente debido a la gran demanda.

El quiebre en este insumo conduciría a desproteger no sólo a los pacientes de coronavirus sino también al conjunto de la población que requiere soporte con oxígeno externo.

El uso de oxígeno no suele ser un peligro potencial para los hospitales porque en condiciones normales son pocos pacientes los que lo requieren. "Sin embargo, durante la epidemia de coronavirus, una proporción mucho mayor de pacientes requerirá terapia de O2 y ventilación, y esto presenta un riesgo claro y significativo para los sistemas de suministro de oxígeno dentro de los establecimientos hospitalarios", agrega.

Lo cierto es que en la jornada de ayer, no sólo se conocía el dato de esta falla crítica en Londres sino que simultáneamente, los sistemas de salud de todo el mundo, comenzando por el de Estados Unidos, dieron a conocer las dificultades que experimentan para recibir en tiempo y forma todo el equipamiento crítico para la atención de la pandemia: desde mascarillas hasta uniformes.

El oxígeno, no es la excepción y las autoridades locales deberían tomar nota, que ya la capacidad de entrega de este insumo en Argentina, como en el resto del mundo, está limitada a la demanda habitual.