Al menos 23 personas migrantes africanas murieron durante una estampida de unas dos mil personas que intentaban cruzar la valla fronteriza entre Marruecos y España, por Melilla la ciudad autónoma española en territorio africano, de acuerdo a lo confirmado por las autoridades marroquíes, aunque organismo de derechos humanos elevan esa cifra a 37 fallecidos.

El intento de asalto dejó además cerca de 300 heridos entre los que se cuentan unos 190 entre policías españoles y gendarmes marroquíes. El presidente español, Pedro Sánchez calificó al hecho como “un asalto violento y organizado por parte de mafias que trafican con seres humanos a una ciudad que es territorio español”.

De acuerdo a las informaciones oficiales que circulan, unas 2 mil personas descendieron el viernes último, desde el monte Gurugú en la costa norte de Marruecos para cruzar a territorio español, aunque unas 500 llegaron hasta el vallado principal que separa a ambos países. De ellos, 133 lograron su cometido destrozando el alambrado fronterizo en la zona del Barrio Chino, el lugar más desguarnecido del sector.

Las impactantes imágenes están reflejadas en algunos videos que circulan, en los que se ven  los cuerpos de quienes quisieron cruzar a España amontonados, algunos inmóviles, como también el momento del asalto y la brutal represión de las fuerzas de seguridad.

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La reanudación de la cooperación en materia de seguridad en materia migratoria entre ambos países en marzo de 2022 muestra como consecuencia inmediata la multiplicación de las acciones coordinadas. De acuerdo a las denuncias formuladas por diversas organizaciones humanitarias, gran parte de las personas que intentaron ingresar a territorio español provenían de Chad, Níger, Sudán y Sudán del Sur, y serían potenciales solicitantes de asilio según el ACNUR.

Tambi{en denuncian que.desde hace más de un año v medio, los emigrantes de Nador no tienen acceso a medicamentos ni a atención sanitaria, sus campamentos han sido incendiados y sus bienes saqueados, sus escasos alimentos destruidos e incluso les confiscaron el poca agua potable de la que disponen en esos lugares.