Madeleine McCann, la nena inglesa que desapareció en Portugal en 2007 a los tres años de edad, está muerta, según lo aseguró un fiscal alemán tras identificar a un pederasta alemán que está preso como sospechoso del asesinato.

La menor había desaparecido mientras sus padres cenaban en un complejo turístico el 3 de mayo de aquel año durante unas vacaciones de la familia en el Algarve, Portugal. 

La desaparición de Madeleine desencadenó una campaña de búsqueda con cobertura mediática internacional. Hubo carteles con la foto de la niña pegados por todo el mundo, recaudaciones de fondos y llamados de famosos pidiendo información.

En 2008, el fiscal general portugués archivó la causa por falta de pruebas, aunque la investigación siguió en Scotland Yard, lo que permitió que se reabriera en 2013, tras la difusión del rostro de dos personas buscadas por estar involucrados. 

Ahora, años después de las últimas novedades, el fiscal de Estado de Braunschweig, Hans Christian Wolters, asume que "la niña está muerta" y afirma que la fiscalía "investiga a un alemán de 43 años sospechoso de asesinato".

Este ciudadano alemán, cuya identidad no trascendió, vivió en el Algarve entre 1995 y 2007 y se dedicaba a robar en hoteles y apartamentos de vacaciones, así como a traficar con drogas, según la policía alemana. Actualmente está detenido por otra causa, aunque ya había sido condenado por abuso sexual de menores en varisa ocasiones.

Wolters señaló que tratan el caso como un presunto asesinato y que identificaron el método usado para matar a la nena, aunque aún no es claro cómo se llevó a cabo. Hasta ahora, el cuerpo jamás apareció.

Los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, emitieron un comunicado antes de las declaraciones del fiscal. "Todo lo que siempre hemos querido es encontrarla, descubrir la verdad y llevar a los responsables ante la justicia. Nunca perderemos la esperanza de encontrar a Madeleine con vida, pero cualquiera que sea el resultado, necesitamos saberlo para encontrar paz", expresaron.

Además, la policía indicó que buscaban a una segunda persona no identificada que habló con el sospechoso alemán desde un número de teléfono portugués el 3 de mayo de 2007, en el momento de la desaparición de la nena.