El fallo en el motor de un vuelo de United Airlines el pasado sábado al poco de despegar de Denver (Colorado) encendió las alarmas, pese a no haber provocado muertos ni heridos. La compañía aérea anunció este domingo que dejará en tierra las 24 aeronaves que tienen el modelo que se estropeó, un Boeing 777, después de que la agencia federal de aviación (la FAA, en sus siglas en inglés) anunciase una inspección adicional de los jets. En paralelo, según Reuters, Japón también decidió suspender la utilización mientras estudia nuevas medidas que tomar.

El suceso del sábado dio lugar a imágenes chocantes. Como consecuencia de la falla del motor, partes del avión cayeron sobre Denver y la policía de Broomfield, un suburbio cercano, tuvo que pedir a la población que permaneciera en sus casas. En una de las fotografías se podía observar incluso cómo un trozo del motor había acabado cerca de una casa. Se trataba del vuelo 328 de las 13.30 (hora local), con destino a Honolulú (Hawái), operado por un Boeing y con un motor de la marca Pratt & Whitney 4000.

El Ministerio de Transporte de Japón ordenó a las aerolíneas Japan Airlines y ANA que detengan el uso de los aviones 777 con dicho motor mientras se plantea adoptar otras medidas, según Reuters. De acuerdo con el Gobierno, el pasado 4 de diciembre se produjo un incidente con un avión de la misma antigüedad que el que tuvo el problema el pasado sábado. Se trataba en aquel caso de un vuelo de Japan Airlines que partía del aeropuerto de Naha con destino en Tokio y tuvo que regresar por el mal funcionamiento del motor izquierdo cuando se hallaba a 100 kilómetros de Naha.

El jefe de la FAA, Steve Dickson, señaló en un comunicado que la agencia había revisado todos los datos de seguridad disponibles sobre la avería del sábado y, basándose en la primera información recabada, debía “reforzarse la inspección sobre las aspas huecas del ventilador que son exclusivas de este modelo de motor, utilizado únicamente en los Boeing 777”. Según la agencia, solo aerolíneas en Estados Unidos, Japón y Corea del Sur utilizan los 777 con el tipo de motor P&W 4000 que sufrió el desperfecto.

Los inspectores se mantenían reunidos este domingo con técnicos de la empresa fabricante y de Boeing tratando de esclarecer lo sucedido. United Airlines, por su parte, recalcó el profesionalismo de su tripulación el sábado y recalcó que la seguridad es su “principal prioridad”.

El episodio tiene lugar después de una grave crisis sufrida por Boeing a raíz de los problemas del modelo 737 Max. El gigante estadounidense de la aviación llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia a principios de año para pagar 2.500 millones de dólares, entre multas y compensaciones, para evitar ir a juicio. El Boeing 777-200 es el avión más grande que se ha utilizado desde 1990. De acuerdo con los datos de la empresa, los aviones han experimentado menos de un accidente importante por cada millón de salidas, una de las tasas de accidentes más bajas de cualquier avión comercial importante, según informa The Washington Post.