Luego de que Argentina alcanzara la cifra de 100 mil muertos por coronavirus, los grandes medios de comunicación y la oposición política no dudaron en apuntar contra el Gobierno nacional.

La gestión de Alberto Fernández comenzó con piropos internacionales, exhibiendo buenos números producto de las primeras restricciones. Pero eligió ceder ante las presiones de los distintas esquinas del poder real. Así, ante la segunda ola nos resignamos a las escalofriantes cifras de muertes y contagiados.

Desde el comienzo hasta hoy, la oposición se opuso a todo. A tono con su líder político Mauricio Macri, ex funcionarios y aliados del macrismo obstaculizaron cada medida para contener la pandemia.

No hay que naturalizar la muerte. Porque como decía Honoré de Balzac: "la resignación es un suicidio cotidiano".

La mañana se editorializa con Cristian Maldonado - NDOM (16/07)