El gobierno de Salvador Allende fue derrocado por un Golpe de Estado en el que participaron las tres ramas de las Fuerzas Armadas y el cuerpo de Carabineros. 

Aquel 11 de septiembre de 1973, tras la invasión al Palacio de la Moneda, Allende se suicida y asume el poder Augusto Pinochet, quien encabezó la dictadura militar chilena hasta 1990. 

En esos 17 años, el país trasandino tuvo un saldo de más de 40.000 víctimas. Actualmente, está habiendo un resurgir del apoyo social al gobierno de Pinochet, teniendo los niveles de aprobación más altos desde que entregó el Gobierno. 

Para analizar los acontecimientos históricos y reflexionar sobre las secuelas que ha dejado, el programa Redacción Abierta invitó a Javier Moyano, profesor de Historia de la UNC; Alicia Servetto, socióloga; y Mariano Saravia, historiador y periodista de los SRT.  

“No fue ni el primero ni el último. Pero lo importante que tuvo es que inaugura una nueva forma de implementar las políticas neoliberales en la región, con represión, desapariciones y torturas. Al igual que el Golpe del 76, fue para terminar con la inflexión populista y un modelo de desarrollo”, señaló la socióloga. 

Por su parte Moyano, aportó analizando el presente: “Consiguieron la reconversión neoliberal más exitosa en términos macroeconómicos, no sociales; lograron hegemonizar para que el chileno se considere más un consumidor que un ciudadano”. 

“La diferencia entre la dictadura chilena y argentina es que Pinochet murió tranquilo en su cama e impune, mientras que Videla murió en el baño de una cárcel común”, remarcó Saravia por la pantalla de Canal 10. 

Los detalles.

A 50 años del Golpe de Estado en Chile: reflexiones y análisis en Redacción Abierta