En un 2020 en el que la economía toco piso, hubo un sector que venía en ascenso, pero explotó durante la pandemia: el comercio electrónico. El encierro obligatorio, el miedo a salir, la ausencia de comercio tradicional en varios rubros y las nuevas tecnologías al alcance de cada vez más gente armaron el combo perfecto para el despegue definitivo del e-comerce. Los argentinos que pudieron se animaron a comprar por internet desde los productos del super, soldadoras, películas, la pizza que antes se pedía por teléfono, frutas y verduras y hasta joyas.

Un análisis del comportamiento de los consumidores durante 2020 refleja casi como un espejo qué se pudo hacer y qué no durante el año de la peste.

La facturación de ventas por internet creció un 124% respecto del año anterior con un monto total de 905000 millones, según la Cámara Argentina de Comercio Electronico. Las ventas aumentaron un 72% con un crecimiento del 23% del ticket promedio. Se comercializaron más de 251 millones de productos. Esto también se tradujo en creación de puestos de trabajo: el 85% de las empresas incorporó personal

Los rubros más demandados durante el 2020 fueron Indumentaria deportiva, Indumentaria general, alimentos y bebidas, celulares y computación. Y los de mayores crecimientos fueron alimentos, bebidas, productos de limpieza, herramientas y construcción, muebles y deco y tecnología. En el caso de alimentos y limpieza, típica compra del super, el e-comerce casi triplicó la facturación respecto de 2019. Algo parecido ocurrió con los televisores, equipos de audio y consolas de juego. Y otro signo de los tiempos: antes de la pandemia los rubros más demandados y de mayor crecimiento eran turismo y espectáculos, prácticamente desaparecidos durante 2020

El fenómeno llegó para quedarse, ya que en los últimos 6 meses, ya con el comercio flexibilizado, el comercio on line siguió en expansión.