Cuando el por entonces presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, Luis Picat, fue derrotado en 2015 en las elecciones de intendente de esa ciudad del departamento Colón, advirtió que con el radicalismo solo no le alcanzaba, de modo que comenzó a trabajar en una alianza que trasvasara las puertas del centenario partido.

Entonces, armó un eje de trabajo con la Sociedad Rural y el peronismo en la persona del por entonces delasotista Carlos presas –actual legislador provincial- y otros sectores independientes y del radicalismo que había quedado marginado de Juntos por el Cambio (en aquella época Cambiemos).

Juzgó que debía dejar su puesto en la entidad agropecuaria y dejarla en manos del vice, su amigo Luis Magliano.

Ahora, Picat no habla y prácticamente ignora su relación con Magliano, pero después de su victoria en las urnas el 9 de junio de 2019, cuando se consagró intendente, fue a visitar al gobernador Juan Schiaretti. Además de Presas, ¿saben quién lo acompañó?... Magliano, en su carácter de titular la Rural y probablemente de delfín y socio político del intendente. Se debe haber tratado de un combo completo, porque de otra manera no se explica.

Según afirma en sus redes sociales el periodista Rubén Curto, residente en Jesús María y que viene siguiendo el tema con mucha seriedad, la foto fue distribuida por la propia Casa de Gobierno.

Se trató de una imagen institucional pero que contenía algunos mensajes de segunda lectura: al radicalismo y también al legislador nacional Gabriel Frizza, ex intendente y referente del PRO en el departamento Colón, cuya referente fue derrotada en esos comicios.

O sea Picat y Magliano no eran desconocidos. Ahora y curiosamente, tanto Picat como todo Jesús María reniegan de él. Tenía orden de captura nacional e internacional y se presentó en la Justicia de Santiago del Estero, tras lo cual quedó preso, acusado de los delitos de estafa y robo de 3.500 cabezas de ganado.

La orden de captura fue librada por la jueza Sara Haton, por pedido de la fiscal Olga Bitar de Papa.

Esa cantidad de vacas, estaban en Santiago del Estero en un campo de propiedad de Magliano y llegaron desde Buenos Aires. De allí que el caso haya tenido repercusión en importantes medios gráficos de la Capital Federal. Algunas versiones periodísticas decían que los animales eran propiedad de la división agropecuaria de un importante grupo económico, originalmente con intereses en la industria farmacéutica.

Fueron trasladados de Buenos Aires a Córdoba para engorde y se estima que se valor es de unos 150 millones de pesos (equivalente a aproximadamente 1,6 millón de dólares).

Magliano también tendría muy buenos vínculos con el exintendente de Jesús María, Marcelino Gatica, quien dejó la política en un segundo plano y está abocado totalmente a su actividad empresaria como desarrollista inmobiliario, según indican fuentes políticas jesusmarienses.

Otras referentes del municipio de esa ciudad arriesgaron que el objetivo de Picat era lanzarse como dirigente político provincial y buscar apoyo para intentar integrar la fórmula de 2023 como candidato a vicegobernador. Esto podría ser un obstáculo fuerte.

El bello texto de la canción de Atahualpa calza como un guante a esta historia: las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas.