La Policía de Larreta con D'Alessandro a la cabeza, hizo movidas raras con las vallas los días previos al atentado. 

Los terroristas se juntaban en el departamento de la vecina de Cristina donde además vivía una de las abogadas de la banda. 

Los jueces del macrismo investigan por separado las dos causas y no permiten su acumulación para no complicar ni a los ‘Copitos’, ni al perpetrador. 

Uno de los detenidos no era carpintero, pero recibía plata de la familia Caputo. Ya fue liberado y ahora trabaja de mozo. Un diputado del Pro, que se dedica a las señoritas, ya sabia que cuando ocurriera el atentado él estaría camino a la costa. 

Los fiscales jugaban al fútbol con el juez en la quinta de Macri. Los otros jueces viajaban, y se juntaban clandestinamente en lo de Lewis con los capos de Clarín y unos ex side. Otra jueza se jubila para no investigar, otro se declara incompetente para que una causa pase directo a Py a instancias del abogado de uno de los terroristas. 

Los jueces de primera instancia condenan, la Camara ratifica y eventualmente la Corte se final blanquea todo. Uno de los de la Corte Suprema se auto nomina Presidente del Consejo de la Magistratura para así controlar a los jueces. 

Otro, se junta en el rancho de Punta del Este de un Legislador Nacional, con el recontra prófugo Pepin y todos los más campantes. 

Los políticos del Pro y los Radicales salen desaforados a vociferar que la democracia está en riesgo. Cuando son ellos los que lo hacen con sus tropelías. 

Encima se tiran carpetazos entre ellos: Santili contra Larreta, Bullrich contra D'Alessandro y así sigue la fiesta y ni siquiera queda claro si no es el propio Macri el que está detrás de todo para quedarse con la candidatura. 

Como si esto fuera poco resulta que la jueza Capuchetti era empleada de Larreta y ahora se entiende la sacada de las vallas de Dalessandro y la reticencia a investigar el atentado a Cristina.

También resultó que al hackeador de Dalessandro lo había contratado la Bullrich. 

Mientras tanto sus medios los bancan y tratan de taparle todo. 

La cosa está que arde. Va a ser un verano bien calentito con toda la basura inflamable que generan Macri y sus secuaces. 

Un consejo... acomódate bien el gorrito o ponete bajo la sombrilla porque el calor va en aumento y éstos se van a incendiar en cualquier momento.

Al final la cosa parece así, columna de Álvaro Ruiz Moreno