Aunque por el momento no hay plazos perentorios ni demasiadas urgencias, el radicalismo se encuentra frente a una decisión que signará su futuro en el mediano plazo: sostener su alianza con Luis Juez o dejarla de lado.

No son pocas las voces del radicalismo que se oponen a continuar en un frente con el jefe del Frente Cívico, especialmente si el senador nacional encabeza la fórmula gubernamental de Juntos por el Cambio.

Los y las referentes del centenario partido apuran la realización de una interna para dirimir candidaturas y buscan una excusa cómica: la Copa del Mundo Fifa 2022 se llevará toda la atención y nadie pensará otra cosa que en fútbol.

Está bien que Argentina es un país futbolero y que la Scaloneta entusiasma a casi todos, pero de allí a supeditar la fecha de una elección a lo que pase con la selección es un poco exagerado, ¿no?.

Da la impresión que quieren acelerar los tiempos porque les encanta realizar elecciones internas y la ansiedad los carcome. La ruptura es una solución que el schiarettismo espera con cuchillo, tenedor y la servilleta puesta.
El viejo esquema de dividir a la oposición siempre da fantásticos resultados a los oficialismos y este caso no sería la excepción que confirma la regla ni nada que se le parezca.

Se pueden imaginar algunos escenarios: si el candidato del oficialismo es provincial es Martín Llaryora y los de la oposición son Rodrigo De Loredo y Luis Juez, la victoria del peronista no sorprendería a nadie.

Sin embargo, si la oposición va unida y los candidatos son Juez o De Loredo (o una fórmula conjunta liderada por cualquiera de los dos), el resultado es impredecible y las chances se emparejan.

El gobernador Juan Schiaretti lo sabe de memoria y por eso apuesta a la división en Juntos por el Cambio. Esto es así fundamentalmente porque Juez ya ha dicho hasta el cansancio que él será candidato a gobernador por Juntos por el Cambio o por afuera de esta estructura. No da lugar a la mínima negociación interna. Parece una lucha de empecinados.

La sociedad Juez De Loredo se mantiene y la relación es cordial entre ambos, tanto desde lo político como desde lo personal, pero ninguno destapa sus cartas. En realidad sí porque el del Frente Cívico dice que será candidato. Es el diputado nacional de la UCR quien no da pistas sobre cuáles serán sus aspiraciones: provincia o ciudad de Córdoba.

Es fiel a su estrategia.

Por lo pronto, el titular provisional de la Legislatura, Oscar González, dijo que la elección provincial se realizará durante mayo o a principios de junio próximos. De esa forma desalentó cualquier tipo de posibilidad de adelanto, como se volvió a especular en los últimos días.

Por lo pronto, un sector del PRO se entusiasma con correr a los brazos del peronismo y Juntos por el Cambio trata de neutralizar esos votos (un cuatro por ciento aproximadamente, según el PJ) con una alianza con Aurelio García Elorrio (estaría dispuesto a sumarse pero no a participar de una interna).

La decisión mayor es del radicalismo: con Juez o sin Juez, sería el dilema shakespereano que tiene que resolver la UCR.

Discusión ingenua

Mientras tanto, un sector del radicalismo intenta plantear una discusión absolutamente vacía, o pueril si se quiere: discutir si Schiaretti puede o debe sumarse al esquema nacional de Juntos por el Cambio.

Schiaretti está pensando en una solución alternativa que trasciende a Juntos por el Cambio pero que incluye a dirigentes y gobernadores de este espacio. En su entorno deslizan que sería una instancia distinta, para oponerse a la vicepresidenta Cristina Fernández y al presidente Alberto Fernández, ya que considera que están agotados.

En una entrevista que concedió al programa Vuelo Nocturno de Canal 10, Oscar González reconoció esta posibilidad y mencionó en ese sentido a los gobernadores de Jujuy y Corrientes, Gerardo Morales y Gustavo Valdés, y al diputado nacional Facundo Manes, todos militantes de Juntos por el Cambio. A esta alternativa se sumarían gobernadores justicialistas, con los cuales el cordobés tiene muy buen diálogo. De todas maneras esto es sólo una iniciativa del cordobés y no tiene anclaje aún.

Deberá verse de qué manera se mueve el diputado nacional Sergio Massa, siempre dispuesto a ser candidato presidencial y que en los últimos días parece haber galvanizado su relación con la vicepresidenta. Todo esto es incipiente y seguramente el Mundial no frenará el debate.

Otro dato local para finalizar: Oscar González consideró que el proyecto “Schiaretti intendente de Córdoba” es un disparate.