Dos hermanos viajan a Pinamar para arrojar las cenizas de su mamá, que falleció en un accidente y, además, para firmar la venta de la casa donde ella vivía. Pablo, el mayor, maneja y permanece callado, mientras que Miguel hace ruidos con la boca, reflejando una aparente tranquilidad, aunque pareciera no tolerar el silencio que suscita el momento. Al llegar se encuentran con Laura, una chica que es oriunda de allí y que conocen de la infancia por relaciones amistosas del pasado. Si bien Pablo tiene pensado emprender la vuelta ese mismo día luego de firmar la venta del inmueble, un arreglo imprevisto de Miguel con la inmobiliaria pospone la firma del contrato y desestabiliza los planes. Desde el inicio, la película establece contrapuntos en cuanto a sus personalidades y a la manera de afrontar el duelo que tiene cada uno ante una pérdida tan sensible.

El film revela complicidades y un juego de seducción permanente, en una especie de tríada amorosa que se desenvuelve entremedio del dolor. Se produce, de esta manera, la irrupción del acontecimiento, que en palabras de Slavoj Žižek puede definirse como “algo traumatico, perturbador, que parece suceder de repente y que interrumpe el curso normal de las cosas; algo que surge aparentemente de la nada, sin causas discernibles, una apariencia que no tiene como base nada sólido”. En la película podríamos hablar de dos acontecimientos que irrumpen el devenir “normal” de las cosas: la muerte de la madre a causa de un accidente inesperado, y la aparición de Laura, que pone en tensión la relación entre Pablo y Miguel.

Esta producción argentina desafía las lealtades, estableciendo interrogantes acerca de los vínculos familiares que se ven atravesados por un mismo amor. Ambos se enfrentan a una muerte en común que los une, debiendo lidiar con la angustia y, al mismo tiempo, se ven inmersos en sentimientos de atracción incomprendidos hacia Laura. Por lo tanto, en un contexto inicial donde el monto libidinal tiene un cauce, el devenir de las acciones producirá un desvío de ésta, y los intereses cambiarán, obedeciendo a una pulsión que los conducirá a una disputa involuntaria.

“Pinamar”, disponible en la plataforma Cine.ar de forma gratuita, cuenta con las actuaciones de Violeta Palukas, Agustín Pardella y Juan Grandinetti.