La actual parlamentaria provincial, rescató el debate presidencial como “un hecho importante de la vida institucional y democrática de la Argentina”, pese a las dicusiones en torno al formato que se estipuló para estos eventos.

Montero volvió a ser muy crítica con la falta de candidatas mujeres y destacó también la casi nula participación de moderadores del interior del país en un debate en el que paradójicamente el federalismo fue uno de los ejes de discusión.

“Me impacta la ausencia de candidatas a la presidencia mujeres y esto tiene que ver con la calidad institucional de la Argentina y con el largo camino que todavía nos resta recorrer para ser una verdadera democracia. No hay una buena democracia con ausencia de mujeres en los espacios de toma de decisiones”, señaló Montero.

Contrastes ideológicos

Para la legisladora, el debate sirvió para marcar claras diferencias ideológicas entre los candidatos y dentro de esta temática, la disputa y la competencia del espacio de derecha fue muy fuerte.

“Creo que claramente Espert fue el ganador respecto de Macri y Centurión en la disputa de la franja conservadora del electorado. Se ubicó bien a la derecha de los demás y transmitió claramente esa postura en temas centrales como el laboral donde desconoció todas las conquistas laborales de los trabajadores y en materia de federalismo desconociendo inclusive pactos que fueron las bases del federalismo en el país”, afirmó Montero.

Seguridad

En materia de seguridad Montero creee que se establecieron claras diferencias ideológicas entre grupos de candidatos.

“Por un lado Mauricio Macri, José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión ubicados a la derecha absoluta con planteos asentados en la represión como modo de resolver la cuestión de la inseguridad. Como contracara absoluta a esa postura estuvo Nicolás del Caño, y me parece que Alberto Fernández introduce en el tema algo que ningún otro hizo, que es relacionar la inseguridad con el tema de la desigualdad, hablando más de las causas que de las consecuencias del problema”, indicó Montero.

En este punto, la dirigente consideró que Roberto Lavagna tuvo un primer bloque muy malo donde parece haberse “quedado en blanco”, lo que le impidió desarrollar una buena idea sobre el tema.

Macri versus Fernández

Con relación a la polarización y los cruces entre el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández y el de Juntos por el Cambio, Mauricio Macri, Montero consideró que hubo diferencias en las estrategias con las que abordaron el encuentro.

“Macri fue sin dudas un actor importante. Lo vi mejor que en el primer debate. Tuvo una apelación permanente a una vieja estrategia, que consiste en poner sobre el eje de la discusión los gobiernos anteriores del kirchnerismo y tratando de emparentar continuamente a Alberto Fernández con los errores de los gobiernos kirchneristas. Creo que le consolida el caudal de votos que ya tiene”, analizó la legisladora.

“A Alberto Fernández lo vi muy parecido al primer debate, poniéndose en una posición casi de presidente, por eso habló continuamente de responsabilidad y seriedad. El resto de los candidatos apuntaron continuamente hacia él, algo que suele ocurrir cuando un candidato lleva ventajas sobre los demás el términos electorales”, indicó Montero.

Finalmente, Liliana Montero aseguró que desde su análisis el debate no le va a sumar o restar demasiados votos a ninguno de los candidatos, aunque sí les sirvió para consolidar el electorado de cada uno.