Cuando ocurren episodios en los cuales quedan de manifiesto los privilegios de los políticos, la sociedad se indigna. 

Esto es lo que ocurrió con el vacunatorio VIP .

La gente es muy sensible a esto, y reacciona con enojo porque hay mucho abuso acumulado.
Por otro lado los políticos transforman todo en campo de batalla, y comienzan los ataques. De un lado reprochan a los colados en la fila , y del otro les recuerdan que dejaron vencer las vacunas del sarampión. Luego va subiendo el tono y comienzan las denuncias judiciales y mediáticas, y la espiral sube y sube. La oposición organiza marchas , pide mas renuncias, un fiscal macrista como Stornelli imputa a Larreta por un posible negociado de vacunas con las obras sociales privadas a espaldas del PAMI. Y al final los Medios constructores de falsedades, terminan diciendo que "acá ya no se puede vivir" y que la clase media quiere irse del país por falta de oportunidades . Pero la verdad es que mientras este circo ocurre, la inmensa mayoría de la gente no piensa en irse sino que lo hace en su propia realidad cotidiana y en su situación laboral y económica.

Todo pasó muy rápido. Verbisky contó risueño su travesura, Fernández pidió la reuncia a Gines y designó de inmediato a Carla Vizzotti. Todo en horas. Y los Analistas y Encuestadores relevaron datos de inmediato. Management & Fit dijo inmediatamente en Clarín, que el 61% de los encuestados dijeron que no había un Plan de Salud y que el 55,8% rechazaba la designación de Vizzotti. Rouvier y Haime dijeron que el impacto electoral del escarnio perjudicaba a Fernández, pero cautelosamente pusieron en dudas que la oposición pudiese capitalizar esto, con la salvedad de Larreta que, como si el influjo de Duran Barba se lo aconsejara, permaneció mudo ante el conflicto tratando de capitalizar algo en la confusión.

Mi opinión es que la misma gente que tolera que un diputado permanezca 43 años en el cargo, está bastante insensible a los privilegios de los políticos, y que lo que realmente le  importa, y que será determinante del resultado político electoral, es que se generalice la vacunación de manera más o menos ordenada, que se continúen tomando medidas como el aumento a los jubilados de marzo o la eliminación del impuesto a las ganancias para los que cobran menos de 150 mil, que se recupere el poder adquisitivo del salario y que no aumenten tanto los precios ni el desabastecimiento.

La gente apoya mayoritariamente la gestión de Fernández y también su política económica y sanitaria y la prueba está en que hoy el Frente de Todos está entre 13 y 21 puntos arriba de Juntos por el Cambio según Rouvier o Zuban Córdoba respectivamente.