En el nuevo juego de esgrima que animarán Hacemos por Córdoba y Juntos por el Cambio en esta provincia, el gobernador Juan Schiaretti desairó a Luis Juez y Rodrigo de Loredo a través de un comunicado de su ministro Facundo Torres.

¿Qué pasó? Con tono medido pero sin dejar de lado la visibilidad, Juez y De Loredo pidieron una audiencia con Schiaretti para hablar de los temas legislativos que le interesan a Córdoba. La respuesta llegó bastante rápido: el gobernador estaba dispuesto al diálogo, pero propuso recibir a los 21 legisladores de Córdoba, de todos los partidos políticos con representación parlamentaria. Y les devolvió gentilezas al decir que entre los parlamentarios tenían que acordar una fecha.

Pase de torero para hacer pasar de largo la primera acción conjunta de la dupla De Loredo-Juez, que fue considerado como una jugada oportunista por uno de los laderos del jefe del Ejecutivo provincial en el Parlamento: el diputado de Río Cuarto Carlos Gutiérrez.

Ahora vienen las réplicas de distinto tono por parte de los representantes de Juntos por el Cambio, que en el debut como dupla de los ganadores de las elecciones no hacen otra cosa que intentar ganar espacio, de cara a lo que vendrá en 2023.

Obviamente y aunque el motivo esté fundado en temas de coyuntura y de interés parlamentario, la oposición ya se instaló en la pista y empezó a correr, aunque en este caso el gobierno provincial contestó con rapidez.

“Esto es show off”, se limitó a indicar un operador justicialista luego de enterarse de la nota en la que los opositores pedían la reunión.

En marcha

Schiaretti ya decidió perfilar el camino para que –en el tiempo que considere adecuado- ungir al intendente de Capital, Martín Llaryora, como candidato a gobernador. Hoy el jefe municipal no tiene contrincantes internos a la vista.

Quedó muy preocupado por el resultado de las elecciones de medio turno y quiere recuperar el centro de la escena apoyándose en un grupo de aliados históricos: los intendentes. El guiño a los cuadros políticos del interior lo dará la Legislatura cuando el año próximo habilite la re reelección de estos funcionarios. En realidad, la sanción no será ahora porque sencillamente no quiere el peronismo cordobés quedar como pasajero del mismo tren que el kirchnerismo, que por estos días está debatiendo el tema.

El presidente del justicialismo, Oscar González, opinó que sería muy bueno para la política no sancionar una ley de este tipo, pero le abrió la puerta al decir que tal vez y por lo vivido en los últimos dos años con la pandemia, la situación se vuelve especial aunque la solución no es la óptima.

Pareció una justificación para un tema que ya está resuelto por el oficialismo provincial. Sí, en cambio, el peronismo impedirá la sanción de otra ley que habilite las Paso provinciales, de modo que en Córdoba el partido o alianza que quiera dirimir sus candidatos en las urnas, tendrá que llamar a internas. No habrá una compulsa general para reservar la integración de las boletas de gobernador y vice, intendentes y legisladores, tal como lo quiere el radicalismo y sus socios.

A diferencia de lo que pasó en etapas anteriores, la campaña electoral y los choques entre oficialistas y opositores comenzarán mucho antes de lo que se esperaba. Todo tendrá un tufillo electoral, a eso lo asumen y reconocen los protagonistas de la pelea de fondo que se viene.