En la medida que avanza el año electoral, pareciera que los gobernadores están más preocupados por la política que por la pandemia. Casi todos se resisten a tomar mayores medidas restrictivas para evitar pagar el costo político de hacerlo. Es por ello que el gobierno nacional busca la forma de que sean los gobernadores quienes decidan las acciones de prevención en sus provincias.

Es un dilema muy difícil porque Argentina no cuenta con los recursos para subsidiar a todos los que paran con su actividad económica y tampoco hay camas ni personal suficiente para atender los pacientes que llegan en este pico de la segunda ola de la pandemia. 

La lógica y el sentido común dirían que los políticos debieran estar todos juntos buscando soluciones para afrontar la tragedia de las muertes y la enfermedad, sin embargo, la mayoría están más preocupados por las repercusiones electorales de las medidas que deben tomar. Nos estamos acercando rápidamente a los 100.000 muertos pero la capacidad de negación es asombrosa. Los medios y los políticos marcan una agenda temática que a veces se aleja muchísimo de la realidad y de las verdaderas prioridades. Por ejemplo, fíjense en lo que pasó estos días con el operador de la mesa judicial de Macri, Pepin Rodríguez Simón. Una jueza lo cita a indagatoria, el tipo se fuga al Uruguay y pide asilo político. Esto causa un gran revuelo mediático y como el tema perjudica la imagen de Macri, rápidamente un columnista de La Nación acusa a Boudou de haber sido beneficiado con un crédito de vivienda única. La mentira duró menos de una hora, pero el objetivo era tapar el escándalo de Pepin Simón. El ejemplo sirve para mostrar cómo arman la agenda en función de intereses políticos que no son los verdaderos problemas que tiene la gente.

En un época tan difícil signada por la economía y la enfermedad, todos los actores políticos deberían dar signos de empatía con los que sufren y unirse en la búsqueda de soluciones comunes para todos. Los temas que  deberían ocuparlos son conseguir más vacunas y vacunar más rápidamente, bajar los precios de la carne, la nafta y el pan y distribuir alimentos entre los más pobres, sobretodo a los niños. Estos tienen que ser los temas hoy y no más pequeñeces y operaciones políticas para restarle votos a los adversarios.

Faltan 6 meses para las elecciones. Ojalá se pongan a trabajar todos juntos para que no lleguemos con más de 100.000 muertos y además con la economía destrozada. 
Un 25 mayo pudimos unirnos, espero que la fecha nos inspire para hacer lo mismo hoy que tanto lo necesitamos.