Con el manto de una invitación de parte del Ministerio de Defensa de la Nación, como veterano de la Guerra de Malvinas, Aldo Rico volvió a participar de un desfile militar este martes.

Lo hizo en el marco de la celebración del Día de la Independencia, y se lo pudo ver en silla de ruedas.

Líder del acuartelamiento “carapintada” de 1987, cuando un núcleo de militares se “levantó” en Campo de Mayo para apoyar a Ernesto ‘Nabo’ Barreiro, que se había negado a declarar por su desempeño en los crímenes ocurridos en el centro clandestino de detención La Perla, en Córdoba.

El resultado de los reclamos derivó en la sanción del gobierno de Raúl Alfonsín de la ley de Obediencia Debida, que se plegó a la de Punto Final, con quita de responsabilidades a militares en los asesinatos de la dictadura.

Al respecto fue consultado el ministro del área, Oscar Aguad, quien consideró “un hecho chiquito” el levantamiento en cuestión. “Lo de los carapintadas es cosa vieja… no creo que haya puesto en jaque la democracia”, continuó.

El dirigente cordobés adujo que el exintendente de San Miguel “no existe en esta parte de la historia” y que “está magnificando".

Y agregó: "Si quiere desfilar que desfile. ¿Podemos perder este tiempo hablando de Aldo Rico, en este momento que estamos viviendo?".