La noche del lunes ya había deglutido las sombras de Nueva Córdoba cuando un Ford Fiesta y una camioneta Chevrolet S10 toparon mutuamente en la esquina de Fructuoso Rivera y Obispo Trejo.

Parecía otro siniestro vial, como tantos que se producen a diario en el colapsado diagrama urbano de la ciudad de Córdoba.

Tras el estampido, exclamaciones, insultos, alguna bravuconada. Todo corriente. Hasta las miradas alrededor.

Pocos segundos bastaron para que el hecho tomara una dimensión dramática. Fue menos de un minuto lo que le tomó al conductor del vehículo menor advertir que la billetera que había visto en la cabina de la pick up se parecía demasiado a la suya. Y él ya no encontraba la suya entre sus cosas.

La respuesta a su requisitoria trajo un filo distinto. Mientras el acompañante se daba a la fuga, el conductor de la camioneta iniciaba un ataque con un sable tipo katana contra el reclamante. La rapidez de uno, la impericia del otro, impidieron una tragedia.

"Hice un paso para atrás, si no me abre el cuerpo. Era una hoja bastante grande, un arma muy peligrosa", recuerda René, con un dejo de sorpresa aún.

En su relato a Canal 10, el conductor también destaca la rápida reacción de un "naranjita", quien corrió presuroso en busca de dos policías. "Si no hubiesen venido esos uniformados, no sé qué pasaba", amplía.

Detenido e imputado

La intervención policial no sólo agravó la situación en términos formales. Ante la agresividad del atacante decidieron requisar el vehículo. En su interior hallaron una mochila con drogas, una balanza de precisión y dinero en efectivo.

Desde aquella noche, el agresor permanece detenido, bajo imputación de amenaza calificada por uso de arma blanca y tenencia de estupefacientes.

El acompañante de aquella noche permanece prófugo, sospechado del delito de hurto.

"La Justicia debe investigar si estaban comerciando drogas", señala Carlos Nayi, abogado del conductor atacado.