Susana Freydoz, condenada a 18 años por asesinar a su esposo, Carlos Soria, quien fuera en ese entonces el gobernador de Río Negro, recibió el beneficio de la prisión domiciliaria con tobillera electrónica.

El motivo de la resolución, tomada por el Juzgado de Ejecución de General Roca, fue por cuestiones de salud.

Desde la noche del domingo, Freydoz, de 68 años, abandonó el penal federal de Ezeiza y se alojará en el domicilio de un familiar en la provincia de Neuquén.

Freydoz había quedado alojada en el pabellón psiquiátrico de Ezeiza luego de que en abril de 2015 intentó suicidarse mediante la ingesta de una fuerte dosis de psicofármacos.

El fallo se basó en el artículo 32 de la Ley 24.660 que indica que “el Juez de ejecución podrá disponer el cumplimiento de la pena impuesta en detención domiciliaria al interno enfermo cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario le impida recuperarse o tratar adecuadamente su dolencia”.

La resolución también establece que la acusada debe cumplir con un tratamiento médico y una serie pautas de conducta.

El caso

El 10 de diciembre del 2011, Carlos Soria había asumido como gobernador de Río Negro, el primer mandatario peronista desde el regreso de la democracia.

A solo 21 días después, el 1 de enero del 2012, tras una discusión en la habitación matrimonial, Freydoz tomó un revólver calibre 38 y le disparó en el rostro a su marido.

El crimen fue cometido en la chacra de la familia Soria ubicada en las afueras de General Roca.

Freydoz fue condenada por el delito de “homicidio calificado por el vínculo” pero no recibió la pena de prisión perpetua -prevista para ese tipo de asesinato- porque la Cámara del Crimen de General Roca consideró que existieron “circunstancias extraordinarias de atenuación”.