El presidente entrante, Alberto Fernández, afirmó en su discurso que uno de los objetivos que perseguirá su gobierno en materia de educación será la universalización de la educación en la primera infancia.

"Pondremos todos los esfuerzos necesarios para universalizar la educación de la primera infancia, para que todas nuestras niñas y niños, desde los 45 días hasta los 5 años aprendan, jueguen y convivan en ese espacio fundamental para su futuro como personas y para nuestro futuro como nación que es la escuela", indicó.

No descansaremos hasta que un niño en una zona rural tenga el mismo acceso a una educación transformadora que una niña de un centro urbano, viva en el punto del país que viva. Hoy existen regiones en donde 3 de cada 10 chicos no comienzan su escolaridad antes de los 5 años y otras donde la mitad no lo hace antes de los 4. 

Asimismo, aseguró que una de sus prioridades será avanzar en la extensión de la jornada escolar, "una iniciativa fundamental para romper las desigualdades de origen. Empezaremos por las escuelas a las que asisten niñas, niños y jóvenes de sectores que más necesitan del Estado, que ya no pueden esperar más", ponderó. 

Nada de esto será posible si no valorizamos a lo más importante de este sueño que tenemos entre manos: queremos que cada maestro y cada maestra deseen ser los educadores del futuro, el motor de cambio y transformación de nuestra sociedad. Mejorar las condiciones de trabajo y asegurar una formación inicial y permanente debe ser una prioridad. 

Además, reivindicó en su discurso a la investigación científica y tecnológica. "Ningún país podrá desarrollarse sin generar conocimientos y sin facilitar el acceso de toda la sociedad al conocimiento. He decidido que en nuestro Gobierno el área respectiva recupere su jerarquía Ministerial que nunca debió perder", cartera que quedará a cargo de Roberto Salvarezza. 

Junto al movimiento obrero organizado, columna vertebral del acuerdo social, también vamos a impulsar un esencial fortalecimiento de la formación permanente para los trabajos del presente y del futuro. Queremos que el cambio tecnológico tenga alma, que esté al servicio de vivir bien, que multiplique productividad, inclusión y equidad.