Este martes, se conoció la novedad de que el cura Eduardo Lorenzo, acusado de abuso sexual de cinco jóvenes durante 28 años, se quitó la vida en la pensión en la que vivía, en cercanías a la sede de Cáritas en La Plata.

Por estas horas, se consideraba que el pedido de su detención era inminente, ante el avance de una profunda investigación sobre hechos ocurridos entre 1990 y 2008. Era conocido por ser el confesor de su colega Julio Grassi, condenado por delitos similares a los que pesaban sobre su persona.

En ese contexto, el arzobispado de La Plata emitió en las últimas horas un comunicado, que lleva la firma de su titular, el Monseñor Víctor Fernández.

Eludiendo hablar de los hechos por los que estaba acusado, escribió que Lorenzo “se quitó la vida después de largos meses de enorme tensión y sufrimiento”, y bregó por que “el Dios de la vida lo reciba en el amor infinito”.

Y agregó: “El mismo Señor nos ayudará a comprender algo en medio de este misterio oscuro, y nos enseñará algo aún a través de este dolor. Los abrazo a todos con afecto en Cristo”.