Pasó más de un año y medio desde aquellos revolucionados tiempos en el Congreso de la Nación, cuando el tratamiento del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) acaparó la atención.

El rechazo del Senado dejó algo latente. Y ese guante lo recogió el presidente Alberto Fernández, que en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso prometió enviar un proyecto “en diez días”.

Sin embargo, en la misma Cámara Alta es donde, a priori, hay mayor reticencia a una aprobación. Y desde el presidente del mismísimo bloque oficialista se presenta una voz disidente.

“El proyecto es comparable con la pena de muerte. La Constitución y los tratados internacionales que tenemos como los Derechos del Niño, son provida, y crean obligaciones en ese sentido. Yo voy a votar a favor de la vida", expresó este lunes José Mayans.

El formoseño, reconocido por su carácter anti-derechos, se lamentó porque el mandatario va "en contra de la vida desde la concepción", y “matar a una persona es un crimen”.