El Presidente Alberto Fernández realizó importantes declaraciones en la noche del lunes, referidos al acuerdo alcanzado con bonistas extranjeros que poseen títulos públicos argentinos.

En tal sentido, el Primer Mandatario reconoció que "era necesario resolver el problema de la deuda porque significaba una fuerte limitación para la economía argentina. Necesitábamos hacer frente a este problema para poder proyectar el futuro”. "El objetivo era que la Argentina asuma nuevos compromisos que no afecten el crecimiento futuro y que no nos obliguen a ajustes que deban pagar los sectores más debilitados de nuestra sociedad”, agregó.

Además, recordó que el Papa Francisco ayudó en la negociación tras darle una sugerencia respecto a cómo abordar las charlas con la titular del FMI, Kristalina Georgieva. "Me dijo que Georgieva 'vio la pobreza en su niñez muy de cerca y entiende lo que es la pobreza'", indicó. Asimismo, agradeció al presidente de México, Andrés López Obrador a quien le pidió "que interceda ante Larry Fink (titular del fondo BlackRock) y le explique lo que estaba pasando en la Argentina”.

Respecto al futuro, Fernández adelantó que “cuando decimos ‘ordenamos la deuda’ significa que todo el dinero que no vamos a pagar en intereses, vamos a destinarlo a la producción, al desarrollo, a la generación de empleo, a la obra pública y a la infraestructura” y, en consonancia con diferentes cámaras empresarias, puntualizó en que "se abre una excelente oportunidad como país y como sociedad. Es la posibilidad de que el empresario PyME y el monotributista tengan crédito, de que las grandes empresas inviertan y exporten”.

Finalmente reconoció el trabajo realizado por el titular de Economía, Martín Guzmán. "Fue muy importante. Tuvo que soportar un montón de cosas. Siempre aparecía alguien que decía negociar en nombre nuestro. Tuve que soportar leer que era inminente su renuncia. Nadie confía más en él que yo", declaró.