La referencia es hacia "el compañero Amado" y la mención es que "no me avergüenzo de los compañeros que sufren persecuciones". Así habla el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, pocas horas después de sostener un contacto, vía teleconferencia, con el exvicepresidente Boudou.

Pero el motivo de la charla es solicitarle un asesoramiento puntual: "Queremos desendeudar a los empleados públicos. Porque todo su salario prácticamente está comprometido por financieras encubiertas, (empresas que venden electrodomésticos) que financian la compra de productos que comercializan con grandes intereses, y comprometen salarios".

Quintela adujo tener "un aprecio especial" hacia quien fuera ministro de Economía nacional, porque "nos ayudó muchísimo cuando estaba en ANSES, y yo era diputado".

A nivel personal, refirió que "me emocionó verlo con esa sonrisa y esa actitud positiva", pero el mandatario deberá arreglárselas con la prohibición 'de por vida' para ejercer cargos públicos que pesa sobre Boudou.

Fue dictada junto a la pena de 5 años y 10 meses de prisión por "cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública", en la cuestionada causa de la empresa Ciccone.

Desde hace poco más de un mes, cumple arresto domiciliario.