Fue en la localidad de Posadas, y durante la gira presentación de su libro ‘Vida’, que Elisa Carrió intentó volver al centro de la escena con sus declaraciones.

Ahora, pidiendo “la libertad para (Julio) De Vido”, el exministro de Planificación Federal de la Nación, detenido hace dos años.

El argumento estuvo acompañado de una comparación con militares juzgados por delitos de lesa humanidad de la dictadura, sobre cuya culpabilidad la diputada nacional ya había dudado y solicitado revisar condenas.

“Pelean por los derechos, pero los derechos humanos están para que las personas ancianas no mueran en las cárceles. Y también los derechos humanos tienen que estar para los militares de 80 años que se están muriendo en las cárceles”, dijo.

Sobre el dirigente kirchnerista, que en diciembre cumplirá 70 años, es insulinodependiente y padece hipertensión arterial, adujo que “si está enfermo” debe tener la prisión domiciliaria, “aunque sea el mayor ladrón de la Argentina”.

Carrió dejó en claro que “a De Vido lo perseguí veinte años”.