La dirigencia de la Confederación Sudamericana de Fútbol convocó a una reunión para hoy a las 14.30 con el fin de resolver definitivamente cuál será el escenario de la final única de la Copa Libertadores de América, que el 23 de noviembre próximo disputarán River Plate y Flamengo de Brasil.

La medida obedece a la continuidad de la tensión social en Chile, en cuyo estadio Nacional de Santiago está previsto el partido decisivo. Esa circunstancia obligó a las autoridades de la CONMEBOL a analizar nuevamente la viabilidad de esa decisión para lo cual citó a los presidentes de ambas entidades, Rodolfo D'Onofrio y Rodolfo Landim, a los titulares de la Asociación del Fútbol Argentino y de la Confederación Brasileña de Fútbol, Claudio Tapia y Rogério Caboclo.

La cercanía de la fecha de realización del partido y la incertidumbre sobre lo que pueda suceder en las próximas semanas en el país trasandino, obligará a analizar sedes alternativas. La principal candidata es el estadio La Olla, de Asunción de Paraguay, lugar en el que también se jugará la final de la Copa Sudamericana entre Colón de Santa Fe e Independiente del Valle de Ecuador, el próximo 9 de noviembre.

Un aspecto que juega a favor de esta sede es su posición geográfica, intermedia entre Buenos Aires y Río de Janeiro, lugares de asentamiento de ambas instituciones.

Mientras tanto, las autoridades del fútbol uruguayo desestimaron la posibilidad de que la final se dispute en el estadio Centenario, debido a que el 24 de noviembre se producirá en ese país la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

Otro lugar que podría ser tenido en cuenta es el estadio Monumental del club Universitario de Lima, que tiene una capacidad de 80.000 espectadores. Jugaría a favor de su eventual elección la capacidad hotelera de la capital peruana pero actuaría en contra la mayor distancia que deberían recorrer hinchas de ambos equipos y las respectivas delegaciones.