Los dos aviones Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina, que formaron parte del "puente militar" de repatriación de argentinos varados en Cusco, Perú, como consecuencia de las restricciones impuestas para evitar la propagación del coronavirus, arribaron en la noche del viernes a la Base Aérea de El Palomar.

Las aeronaves habían partido desde Buenos Aires rumbo a la ciudad peruana de Arequipa a las 7,30 y 8, respectivamente, donde aterrizaron después del mediodía y emprendieron el regreso a las 17,30 y 18 (hora argentina) para tocar pista en El Palomar a las 23,15 y 23,40 con 140 argentinos que se encontraban en Cusco, donde, según indicaron fuentes de Cancillería a Télam, quedarían solamente 80 ciudadanos nacionales por repatriar.

Para poder abordar estos vuelos, los viajeros debieron primero recorrer por tierra los 550 kilómetros que separan a Cusco de Arequipa, ya que las aeronaves de la Fuerza Aérea no podían acceder la ex capital del imperio Inca, debido a que la altura de esa ciudad, hace imposible cualquier operación aérea de estas características.

Fuentes de la Cancillería señalaron a Télam que la repatriación de argentinos en Cusco se había tornado prioritaria debido a que quienes allí estaban y los que aún quedan, ven dificultada su permanencia, por un lado porque cuentan con muy pocos recursos económicos para su subsistencia, a lo que se suma una marcada y creciente hostilidad de parte de los habitantes del lugar.