Recién esta semana, se inauguró en Santa María de Punilla el Hospital Modular, una de las 19 unidades previstas por el gobierno nacional a lo largo del país para atención primaria de pacientes Covid. Su puesta en funcionamiento demoró más de lo previsto, ya que originalmente estaba pensada para el comienzo del verano, pero la tardanza en la llegada de equipamientos y mobiliarios, alargaron el proceso.

Ubicado en el predio del Hospital Domingo Funes, la estructura edilicia está montada en un lote de 655 metros cuadrados y cuenta con dos shockroom con respiradores y monitoreo y 9 camas frías, sala de espera, boxes de testeo, área de aislamiento, un laboratorio y un sector para tareas administrativas. Además, tiene sala de internación (sin terapia) y equipamiento médico y de laboratorio.

Si bien ya está inaugurado y funcionando, aún restan llegar implementos para radiología e imágenes, como también laboratorio y una ambulancia preparada para la alta complejidad. 

Estos Hospitales Modulares están pensados como sitios de transición para la primera atención y estabilización de pacientes, provistos de camas con oxígeno para casos que requieran internación, por 24 o 48 horas, hasta derivar a otros centros de mayor complejidad. 

En el interior provincial, hay otros dos Hospitales Modulares ubicados en Calamuchita, en el área del Hospital Eva Perón de Santa Rosa y en Traslasierra, en lotes próximos al Hospital provincial de Mina Clavero. 

Si bien la obra se realizó con fondos nacionales a través de un programa de Naciones Unidas, la provincia fue la encargada de construir las plateas sobre donde quedó asentada la estructura edilicia y además, una vez finalizada la obra es la responsable de su administración y la asignación de recursos humanos para su normal funcionamiento.

En ese sentido, el Hospital Modular de Punilla es atendido por personal que ya estaba destinado a la tarea de atención de pacientes febriles o casos sospechosos de Covid en el Domingo Funes. Según sus autoridades, en el citado nosocomio no hubo "caída de contratos" y además, ingresaron "unos quince profesionales" de la salud, para reforzar la tarea sanitaria.

Si bien las construcciones son modulares, una vez pasada la pandemia quedan definitivamente a disposición de las provincias que podrán reconvertirlas de acuerdo a sus necesidades sanitarias.